El Juzgado de Pravia (Asturias) ha condenado a una compañía aseguradora a pagar, con intereses, los 1.680 euros que una vecina del concejo se vio obligada a gastar en taxis, para ir al trabajo, durante los seis meses en los que su vehículo permaneció en el taller tras sufrir un percance.
La sentencia considera excesivo el tiempo en que el coche estuvo sin reparar y lo achaca a la desidia de la aseguradora que, a su juicio, no actuó con la debida diligencia. Según el fallo «el asegurador deberá observar desde el
momento en que conozca por cualquier medio la existencia del siniestro una conducta diligente en la cuantificación
del daño y la liquidación de la indemnización».
Los hechos ahora juzgados comenzaron el 7 de octubre de 2008, cuando un conductor ebrio perdió el control de su
coche en una calle de Pravia y ocasionó daños a varios vehículos estacionados en la vía, entre ellos el de la demandante, que, de inmediato, lo depositó en el taller.
Sin embargo, la aseguradora se negó a autorizar la reparación directa en el taller, por lo que la propietaria del automóvil sólo pudo autorizar la actuación cuando la compañía le entregó el dinero, lo que ocasionó nuevas demoras en la reparación, que no estuvo lista hasta comienzos de marzo de 2009.