El juzgado de lo Social de Lleida ha concedido una pensión vitalicia a una mujer que sufre estrés postraumático tras un accidente de coche, lo que le ha provocado pánico a conducir y a desempeñar su labor como perito de seguros. La sentencia es pionera en España ya que el estrés postraumático es totalmente subjetivo, es decir, no puede valorarse como una cicatriz o una amputación.
Según la sentencia, la mujer tiene derecho a una prestación mensual vitalicia correspondiente al 55% de la base reguladora de 737 euros a partir del momento en el que se dé de baja del régimen especial de trabajadores autónomos.
La mujer y su marido sufrieron un accidente en el que quedaron atrapados más de media hora en el interior del vehículo lo que le provocó además de las lesiones físicas una patología mental por la que tiene pánico a conducir y a ir en el coche aunque no conduzca.
Su ocupación habitual era la de perito de siniestros para diferentes aseguradoras por lo que debía desplazarse por toda la provincia de Huesca y Lleida, hecho que hace incompatible su profesión con la patología que sufre.
El Instituto de la Seguridad Social ya ha anunciado que recurrirá la sentencia.
Mañana voy en tren y tengo un accidente, entonces me produce un trauma tan grande que ya no puedo realizar mi trabajo, inspector de trenes, por lo cual el estado me da una pensión de por vida de 800 euros.
Peligrosa caja de Pandora se está abriendo, sobre todo sabiendo como sabemos que España es un país de lazarillos.