El ruido es percibido como una de las principales molestias de los ciudadanos. Según los datos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), España es el segundo país más ruidoso del mundo. Solo los japoneses soportan más ruidos.
Siete de cada diez españoles soporta cada día unos niveles medios de ruido que superan los 70 decibelios (dB), cuando el límite aceptable establecido por la OMS y por la Ley del Ruido es de 65 dB.
La mayor fuente de contaminación acústica es el tráfico generado por los coches, los camiones pesados, las motos,
los aviones y los trenes. El ruido causado por el automóvil depende fundamentalmente de los ruidos de los motores
y del contacto de las ruedas con la calzada, aunque gracias a los avances tecnológicos se han conseguido importantes
reducciones. Así, el ruido causado por los vehículos particulares se ha reducido en más de un 85% desde 1970.
Sin embargo, el problema del ruido ambiental sigue creciendo debido principalmente al aumento del tráfico.
LUCHA CONTRA EL RUIDO
Desde 1996 la Comunidad Europea, consciente del problema ocasionado por el ruido ambiental aborda en el Libro
Verde sobre Política Futura de Lucha contra el Ruido la necesidad de crear un plan contra el ruido.
Para luchar contra la circulación viaria propone, entre otras medidas, reducir los valores de emisión de ruido autorizados, intervenir en las infraestructuras para limitar el ruido causado por los neumáticos, la instauración de un control del ruido emitido por los vehículos durante la inspección técnica o la limitación del uso de vehículos ruidosos, iniciativas que Automovilistas Europeos Asociados (AEA) apoya activamente.
NORMATIVA ESPAÑOLA
En España, la Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido, que transpone al ordenamiento jurídico español la Directiva 2002/49/CE, sobre la evaluación y gestión del ruido ambiental ha llenado un importante vacío normativo estatal en lo que respecta al cumplimiento del mandato constitucional de protección de la salud y el medio ambiente.
La Ley establece como instrumento para conocer la exposición al ruido ambiental los denominados mapas estratégicos de ruido, que se definen como “un mapa diseñado para poder evaluar globalmente la exposición al ruido en una zona determinada, debido a la existencia de distintas fuentes de ruido, o para poder realizar predicciones globales para dicha zona”.
Así, la Dirección General de Carreteras ya ha redactado y aprobado los mapas de ruido correspondientes a las carreteras estatales cuyo tráfico anual supera los seis millones de vehículos. Se han cartografiado 4.779 kilómetros de vía sin incluir las autopistas de peaje. Además, en estos estudios se han propuesto posibles vías de actuación como la instalación de pantallas acústicas que absorben el ruido emitido por la carretera.