Sentar a los niños en sentido contrario a la marcha aumenta su seguridad

Utilizar sistemas de retención infantil es clave para prevenir lesiones graves en caso de accidente de circulación, pero no es la única medida que hay que tomar. También es esencial que los niños vayan sentados en sentido contraria a la marcha todo el tiempo que sea posible, preferentemente en los asientos traseros y lo más alejados posible de los airbags frontales y laterales.

Esta es la principal conclusión a la que ha llegado la Fundación Mapfre tras analizar las recomendaciones de seguridad vial de numerosas entidades de referencia internacional y consultar más de 4.000 documentos científicos sobre el asunto, ha informado esta institución en una nota de prensa.

Un 95 por ciento más seguros

Según esta investigación, los niños que viajan en su silla mirando hacia atrás están mucho más protegidos que los que circulan en asientos orientados hacia delante, ya que la posición previene hasta el 95 por ciento de las lesiones graves que sufre un menor, especialmente en la cabeza, el cuello y la espalda. Y es que en caso de frenazo o golpe frontal, la inercia se ve parcialmente contrarrestada por el propio respaldo de la sillita.

Poco frecuente en España

Según la Fundación Mapfre, llevar a los más pequeños sentados de esta manera es muy poco frecuente en España, pero muy habitual en países del norte de Europa en niños hasta los 4 años.

Distancias cortas

El director general del Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre, Julio Laria, recuerda que hay que usar los sistemas de retención infantil incluso en las distancias cortas ya que, como asegura, «casi cuatro de cada diez accidentes infantiles mortales en 2010 ocurrieron cerca del domicilio del menor» y añade que una de las excusas más utilizadas por los padres para no usar sillas infantiles es, precisamente, «la sensación de ausencia de peligro en las distancias cortas».

En verano más riesgo

El verano es la época del año en la que más niños menores de 14 años fallecen en accidente de tráfico, en concreto el 30 por ciento de los accidentes con víctimas infantiles. Muchos de ellos perdieron la vida el año pasado tras sufrir graves lesiones en la cabeza y el 40 por ciento lo hizo por no llevar ningún sistema de retención. La mayoría de los accidentes mortales se produjeron en día festivo, a plena luz del día, mientras los niños viajaban con sus padres por motivos de ocio y por una carretera convencional con poco tráfico.

Primera causa de muerte violenta en la infancia

La seguridad vial infantil tiene que constituir una prioridad, principalmente porque la accidentalidad relacionada con el tráfico constituye la primera causa de muerte violenta en la infancia y porque los responsables de la seguridad de los niños son exclusivamente los adultos, sobre todo conductores y educadores.

Una silla para cada tamaño

Los expertos recomiendan a los padres que utilicen sillas y alzadores en función del peso y la altura de sus hijos. La edad es sólo orientativa. Por esta razón es necesario cambiar de asiento a medida que el niño crece. No sirve de nada tener una silla de muy buena calidad, si luego descuidamos su colocación y adaptación a los niños.

– Las primeras sillas que se utilizan son las del Grupo 0 y 0+, niños de hasta 12-13 kilos, que corresponden aproximadamente a los 18 primeros meses de vida. La opción más segura para este grupo es una silla cubierta, colocada en posición contraria a la marcha y que va fijada con los cinturones de seguridad traseros. Los sistemas de tipo cesta, ubicados transversalmente, no son tan seguros, ya que el bebé queda demasiado suelto.
– El siguiente grupo lo componen los niños de los 13 a los 18 kilos, que van sentados en una silla que se puede colocar en el asiento delantero o trasero, tanto en el sentido de la marcha o al contrario. En este último caso se fija con el cinturón de seguridad de tres puntos.
– El tercer grupo, niños de 15 a 25 kilos, pueden utilizar una silla con respaldo que les permite usar el cinturón del vehículo. Hay que asegurarse de que el cinturón no quede colocado sobre el abdomen del niño, sino sobre la cadera.
– Los niños de 22 a 36 kilos, el último grupo, deben utilizar un cojín elevador que se regule en altura y que se coloque de modo que permita colocar el cinturón sobre la clavícula y la cadera del niño.

Viajar con niños

Para viajar de manera segura con niños también es conveniente asegurarse de cerrar las ventanillas para evitar que los más pequeños se asomen o arrojen objetos que podrían causar un accidente; mantener una temperatura interior en torno a los 20-22 grados; utilizar un parasol para evitar el sol directo sobre los niños; guardar todo lo necesario para atenderles durante el viaje en una bolsa bien cerrada y sujeta; hidratarles con frecuencia, y, en caso de parada, obligarles a bajarse del coche por la puerta más próxima a la acera.

Evitar la moto

Aunque la Ley permite viajar con niños mayores de 7 años, Fundación Mapfre no lo recomienda a no ser que sea necesario. Lo considera inseguro y arriesgado para el menor.

Fuente: El Mejor Seguro de Coche

Autor: Otros
Noticias variadas de fuentes diversas, relacionadas con tráfico o seguridad vial, se cita enlace a noticia original.

1 idea en “Sentar a los niños en sentido contrario a la marcha aumenta su seguridad

  1. Muchas veces los padres desconocemos este tipo de información tan importante para la seguridad de nuestros hijos cuando viajamos. Gracias por transmitirla.

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