Cerca de 200 ciudades europeas han establecido ya restricciones para rebajar los índices de contaminación que el tráfico produce en sus calles. Algunas, como Londres o Estocolmo recurren a peajes. Otras, como Lisboa o Berlín, no permiten la entrada a zonas del centro a los vehículos más contaminantes. En Francia, ocho grandes urbes harán algo similar en 2012. En España, el debate está abierto.
El Plan Nacional de Mejora de la Calidad del Aire, que se quiere aprobar antes de que finalize la legislatura, incluye algunas de estas momento, en las grandes ciudades españolas, se apuesta más por la disuasión que la prohibición. Sin embargo, ecologistas y expertos reclaman restricciones para atajar un problema que causa 1,3 millones de muertes en el mundo cada año.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar el primer mapa con la contaminación del aire de 1.100 ciudades de 91 países que refleja índices preocupantes en la mayoría de ellas. www.who.int En España analiza la contaminación por partículas (PM10) en una veintena de ciudades de las que Zaragoza sale la peor parada y Santiago de Compostela, la mejor. Otro estudio recién presentado por Ecologistas en Acción concluye que 9 de cada 10 españoles respira aire contaminado y que uno de cada tres llena sus pulmones con aire que, además, contraviene la normativa europea. Su portavoz, Francisco Segura, es totalmente partidario de sacar los coches contaminantes de las ciudades: “En España se producen unas 20.000 muertes anuales por la contaminación. El argumento de no constreñir la libertad de los automovilistas es una falacia. ¿Dónde queda la libertad de los demás? ¿No es injusto respirar un aire que te quita dos años de vida?” Desde el ámbito autonómico y municipal, las instituciones consultadas son más proclives a incentivar el transporte no contaminante que a prohibir. Pero el Plan Nacional va un poco más allá.
La creación de Zonas Urbanas de Atmósfera Protegida (ZUAP) es una de las actuaciones contempladas por el Plan Nacional de Calidad del Aire. Esta medida requiere “etiquetar” a los diferentes automóviles según su antigüedad y emisiones para, en función de esta etiqueta, vetar el acceso de los más contaminantes a las zonas protegidas. El cobro de peajes para acceder al centro de las ciudades es otra de las medidas mencionadas en el borrador del Plan, así como la inclusión de un coeficiente medioambiental en el Impuesto de Circulación en función de la emisión de CO2, la tecnología (diésel/gasoil) y la antigüedad. El Plan contempla también una nueva fiscalidad para los combustibles, gravando más el gasóleo; cambios en las ITV para que se puedan medir y corregir las emisiones de los vehículos y otras iniciativas novedosas como la posibilidad de limpiar el firme de rodadura en las vías de tráfico para evitar la suspensión indefinida de las partículas.
El Ayuntamiento de Madrid no es partidario de implantar peajes, no se pronuncia respecto a las áreas restringidas y apoya el cambio de la política fiscal que ahora beneficia a los vehículos diésel. En el Ayuntamiento de Barcelona tampoco son partidarios de las zonas restringidas ni de los peajes sino del control del vehículo contaminante a través de las revisiones en ITV y talleres. El nuevo Plan de Calidad del Aire de la Generalitat de Cataluña perseguirá los malos humos. Los agentes municipales podrán sancionar e incluso inmovilizar un vehículo con emisiones sospechosas. En este sentido, Xavier Ruestes, de la Fundación Racc, subraya que “el procedimiento debe ser sufragado por la Administración cuando el vehículo no refleje anomalías en la revisión posterior.”
Un 46% de nuestros vehículos tiene más de 10 años y un 20%, más de 18, según datos de la DGT. La ‘dieselizacion’ de nuestro parque es también muy elevada. Según datos de los fabricantes (ANFAC), que tampoco son partidarios de restringir sino de renovar el parque e incentivar, el 52% de los vehículos son diésel. En Madrid y Barcelona llegan al 75%. Según Xavier Querol, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental del CSIC, “un coche nuevo diésel emite muchas menos partículas que hace tres o cuatro años, pero el dióxido de nitrógeno que emite es mayor”. Hoy, asegura, se deberían eliminar los antiguos diésel de las ciudades y sustituirlos por otros nuevos de gasolina, híbridos, eléctricos… hasta 2015, cuando la normativa (Euro6) sea más restrictiva con estas emisiones.
Fuente: Tráfico y Seguridad Vial