Llegan las nevadas: 10 consejos para evitar, en lo que podamos, el caos circulatorio

El invierno ha llegado otra vez, vuelta a las bufandas y guantes, a subir a esquiar, a la gripe y al tazón de chocolate caliente. También volvemos a los paisajes nevados, a los viajes invernales, a las quitanieves y a los testimonios televisivos de “me he quedado atrapado por el temporal y es culpa de todo el mundo, nunca mía”.

En España no sufrimos las intensísimas nevadas de otros países y por eso cuando caen cuatro copos se acaba el mundo y hay que cerrar media red vial. Los coches y camiones se quedan cruzados, se cortan las carreteras y por tanto, las quitanieves no pueden pasar y si no pasan, pues no pueden hacer lo que deben hacer, que es quitar la nieve. Si las quitanieves no pueden trabajar, la Guardia Civil que de momento no cuenta con coches voladores, no puede circular tampoco y no puede echarnos una mano. Si a eso le sumamos que a veces también existe falta de previsión por parte de las autoridades, debemos mentalizarnos que podemos quedarnos tirados en mitad de un inhóspito paraje que aunque parezca de Alaska, sea soriano o burgalés, rodeados de nieve y sin posibilidad de ser rescatados durante unas larguísimas horas.

Si puedes evitar viajar en estas fechas, mejor quédate en casa, pero si tienes la imperiosa necesidad de hacerlo, intenta seguir estos consejos.

1-Al inicio del invierno es necesario hacer una pequeña revisión a nuestro vehículo, verificar el estado de los neumáticos, que la batería esté en perfecto estado, los limpiaparabrisas, el líquido anticongelante o los calentadores si nuestro coche es diesel. En fin, todo lo que sea susceptible de fallar durante el crudo invierno. Si no tienes a punto el vehículo, además de todo lo que sigue, ten a mano el teléfono de tu asistencia porque te acabarás quedando tirado con nieve o sin ella.

2-Antes de salir prepara una pequeña mochila con una botella de agua y unas barritas de cereales o unas galletas, una manta de viaje y un par de guantes. No olvides añadir un cargador de móvil para coche y una de esas linternas sin pilas, la venden en cualquier chino por tres euros. Puedes llevar esta mochila en el maletero durante todo el invierno.

3- Lleva cadenas. Lo ideal son las cadenas de toda la vida que nos van a permitir tener tracción en condiciones de baja adherencia. No son fáciles de poner sobre todo si no se tiene práctica o no usamos guantes de trabajo, has de practicar su instalación antes de necesitarlas. Si aún así no te ves capaz de ponerlas, lleva unas fundas de tela, no son tan útiles como las cadenas pero te pueden sacar de un apuro.

4- Consulta la web de la DGT y verifica el estado de carreteras por las que hayas de circular y en la medida de lo posible, evita las carreteras secundarias. Durante el viaje puedes mantenerte informado de la climatología mediante la radio.

5- Haz saber tu lugar de partida y destino a algún familiar o amigo y si haces alguna parada, intenta llamarles para dar cuenta del lugar en que te encuentras. Si te quedas aislado, antes de nada, informa a las personas que te esperan de tu situación. Eso las tranquilizará y evitará que llamen a los servicios de emergencia creyendo que has sufrido un accidente.

6- Es interesante llevar una pequeña pala por si tenemos que quitar nieve de los pasos de rueda del vehículo o despejar la salida del escape si se hubiera cubierto de nieve. También servirá usada con cuidado, para rascar la luna si se congela. Si además llevamos un bote de alcohol puede resultarnos muy práctico para evitar la congelación de las cerraduras o los eyectores de agua a los faros o a los limpiaparabrisas.

7-Llena el depósito de combustible y no dejes que baje nunca de la mitad de su capacidad, en caso de quedarte atrapado por la nieve, agradecerás disponer de calefacción en el coche.

8- Si prevés que la carretera se va a cortar o que la circulación se está volviendo muy complicada, antes de tener un problema, intenta detenerte en un área de servicio o en una población. Allí en caso de emergencia, será más fácil obtener ayuda o disponer de servicios como restaurantes o alojamiento.

9- Si no has encontrado un lugar adecuado donde parar y te quedas detenido por la nieve, no intentes maniobras raras. Estaciona el vehículo lo más próximo posible a la cuneta, pero no en la cuneta si ésta no es firme o tiene algún desnivel. Siempre, si es posible, fuera de la calzada con el fin de dejar el paso libre a los vehículos de emergencias y quitanieves que pudieran pasar. Recuerda: La mayoría de veces, las carreteras no se pueden despejar porque las máquinas no pueden acceder a esas vías al encontrar vehículos cruzados en la calzada que les impiden el paso.

10- En caso de tener que estar parado durante horas ante la imposibilidad de poder avanzar por la nieve o el hielo tienes que armarte de paciencia y esperar. De momento, ponte el chaleco reflectante porque seguramente tengas que salir del coche varias veces. No pares el motor y deja la calefacción en marcha para mantener una temperatura confortable en el habitáculo, deja las luces de posición encendidas para hacerte visible. Verifica con frecuencia que la salida del tubo de escape esté despejada, mucha atención a esto, no dejes que se acumule la nieve ahí. No obstante y al menos cada hora, detén el motor y ventila el habitáculo, bastará con abrir las ventanillas un palmo durante un par de minutos o abrir las puertas. De vez en cuando limpia la luna anterior para que puedas ver si se produce alguna novedad o por si se abriera de nuevo la carretera. Si nieva copiosamente, para hacer todo esto, nos será de mucha utilidad esa pala que llevamos. Por lo demás, tenemos una manta, tenemos calefacción, comida y la música e información de la radio, si somos afortunados, hasta tendremos buena compañía. Sólo es cuestión de tiempo, mantén la calma, ya sabías que esto podía suceder.

Haz caso a estos consejos porque puede que las previsiones fallen y no sea tu responsabilidad; tal vez no haya quitanieves suficientes y tampoco será culpa tuya. Pudiera no haber efectivos de policía de tráfico suficientes y tendrías derecho a quejarte. Pero recuerda que cuando te quedas atrapado en un temporal de nieve, tener calefacción, una manta o algo para comer, es sólo cuestión tuya y a nadie puedes culpar de ello.

Medita también si no te habrás quedado atrapado en esa retención invernal porque otro conductor como pudieras haber sido tú, no ha hecho caso de estos consejos que se dan cada año y se ha quedado atravesado en la calzada porque no llevaba cadenas y está impidiendo el paso a las quitanieves y a la ayuda que pudiera llegar. Porque aunque nos encanta echar la culpa de todo a la Administración, no siempre está justificado.

Ah, sí… De la catadura moral de las concesionarias de autopista que te cobran el peaje después de quedarte atrapado una noche entera ya hablamos otro día.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *