Con una caída en las ventas del 18% en 2011, el sector del automóvil afronta una difícil situación, salvo que nos centremos en las cifras del segmento de lujo que, en vez de caer, han aumentado nada menos que un ¡83%! Analizamos el porqué de este fenómeno, hasta cierto punto lógico. Y hay sorpresas.
Si pensaban que la crisis era la misma para todo el mundo, vayan olvidándose. De todos es sabido que, en general, el que tiene mucho dinero no deja de tenerlo por atravesar una época de vacas flacas. Y eso se refleja en su capacidad de consumo. Un ejemplo lo tenemos en los coches de lujo, un segmento que no solo no vende menos, sino que ha aumentado en 2011 sus cifras de venta nada menos que un 83,1 %. En total se vendieron 2.456 unidades, con subidas espectaculares para algunos fabricantes como Lexus (más de un 53%) o Porsche (cerca del 28%).
En España es rico el que tiene un patrimonio superior a 750.000 euros (excluyendo la vivienda) y una renta anual de 600.000 euros. Lo dice GESTHA (Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda), y, según esta misma fuente, en 2009 había en nuestro país un total de 6.829 contribuyentes que reunían esas condiciones. Un estudio “Luxury Goods Worlwide Market Study“, de la consultora Bain & Company, tras analizar el mercado y los resultados financieros de más de 230 marcas y compañías de artículos de lujo del mundo, indican que sus ventas han registrado un aumento del 10 % el pasado año 2011, con una facturación de 191.000 millones de euros.
Son clientes, aseguran desde la patronal de los fabricantes (ANFAC), que “tienen el dinero necesario, no suelen necesitar créditos y saben sacar al vendedor las mejores condiciones, sabedores de que atravesamos unos momentos difíciles”. Algunos, además, tienen formas de hacer que podríamos denominar ‘peculiares’. Nos lo cuentan en el departamento comercial de una exclusiva marca: “La gente con dinero sigue teniendo capacidad económica y sigue comprando, aunque hemos detectado estrategias dirigidas a invertir en un coche con la mayor discreción posible. Por ejemplo, cambian su coche por otro mejor pero del mismo color para que no se note mucho el gasto”. Algunos compradores de Ferrari recurren a truquillos para que nadie sepa lo que se han gastado en su nuevo capricho. Para ello, dejan su nuevo deportivo en las dependencias de la marca y el día que quieren darse una vuelta avisan, se lo preparan y, al terminar el día, lo devuelven al garaje lejos de su domicilio. Otros se inclinan por invertir en modelos de marcas poco conocidas, o conocidas pero con una silueta tan discreta que pasa absolutamente desapercibida. Un buen ejemplo es el Audi “A8”, una berlina de lujo con un interior espectacular pero que por fuera podría pasar por un “A6”. B a s t a con eliminar el logo trasero y elegir un color oscuro.
Además, el segmento de coches de lujo ya no se corresponde únicamente con modelos de alta cilindrada, gran tamaño y precio elevado. Precisamente, en España ese tipo de coches sí que ha notado la recesión: por ejemplo Rolls Royce ha bajado casi un 67%, Cadillac ha caído casi un 26%, Jaguar se acerca al 30% y Maserati supera ligeramente ese porcentaje. Sin embargo, Lexus ha acertado con su nuevo compacto, el “CT 200h”, un híbrido de 29.000 euros. En este sentido la marca japonesa tiene claro que “no se trata de tener volumen, aunque ahora lo tengamos, es también la experiencia del cliente cuando visita un concesionario Lexus, porque intentamos siempre superar sus expectativas y que conozca la forma en que se cuida al cliente en una marca de lujo”. Para Volvo y su presidente, Germán López, en el éxito del segmento de lujo en estos tiempos tienen una gran influencia las compañías de rénting, canal que solo ha caído un 7 % durante 2011, frente al 35% de las ventas a particulares.
También, hay que destacar que las marcas han sabido ir adaptándose a la circunstancias y a las necesidades del mercado. Y si no, que se lo digan a Porsche o a Infiniti, que gracias a los motores diésel han multiplicado las ventas de unos modelos que con motores de gasolina tenían un éxito mucho menor debido sobre todo a un consumo desmedido por peso y aerodinámica. Y es que el rico también mira por la economía; a ver si no cómo han logrado reunir tanto dinero que, desde luego, se seguirán gastando. Según un informe de la Escuela de Negocios de la Universidad de Pensilvania, sea cual sea el desenlace de la crisis para la economía global, las firmas de lujo tienen claro que su misión continúa siendo la misma: vender un estilo de vida con más glamour para el consumidor ambicioso. Porque el cliente de artículos de lujo, compra sueños.
Fuente: Tráfico y Seguridad Vial
Este es un síntoma claro de la engañifa de esto de la crisis, que no es ni más ni menos que mover el dinero de pobre para hacerlo aún más pobre hacia el rico para hacerlo aún más rico.
Se demuestra que mientras más pobres hay existen más ricos, y en nuestro país aquellos que nos atracaron con la burbuja inmobiliaria son los que ahora siguen viviendo como millonarios a base de dinerito público, ya que como todos sabemos los RajoysRubalcabas son los primeros apesebrados comprados por «los mercados».
Así que existen dos futuros posibles, ser borregos y hacer lo que «los mercados digan» o revelarse y sacarlos a todos a hostias… tú decides que futuro quieres para tu jubilación y para el futuro de tus hijos y nietos.
Y ahora… sigamos pensando en un país multicolor donde los políticos crearán empleo….