La Federación de Enseñanza de USO vuelve a rechazar los recortes anunciados por el Ministro de Educación. Una vez más, sorprende que el Ministro anuncie este tipo de medidas sin que se haya sentado a negociar con nadie y dando la espalda a las numerosas declaraciones que ha hecho sobre la apuesta de su Gobierno por mejorar la calidad de la educación.
Lo hemos dicho últimamente por activa y por pasiva, a propósito de los recortes económicos efectuados: dar a la educación la prioridad presupuestaria en momentos de crisis es una herramienta necesaria e imprescindible para superar dicha crisis. Una política que actúe sobre la enseñanza desde la perspectiva negativa y única de reducir el gasto, como parecen haber entendido el Gobierno y determinadas Administraciones Públicas, es un flagrante error. Para FEUSO, el presupuesto en educación es siempre una inversión a medio o largo plazo esencial para garantizar un futuro mejor a cualquier sociedad. Lamentablemente, todos los indicios indican que esto no va a ser así y que la educación es ya otra víctima de los desaguisados cometidos en los últimos años y de las soluciones que se están buscando para rectificar el rumbo.
Y las consecuencias de estos recortes, restricciones, ajustes –o como se les quiera llamar- serán en todos los centros educativos, tanto públicos como concertados. No se trata, como algunos sindicatos ya han demagógicamente apuntado, de un premeditado ataque a la enseñanza pública en beneficio de la enseñanza concertada. Tanto el profesorado de la enseñanza concertada como los centros están sufriendo los mismos recortes. Conviene no olvidar que los docentes de la concertada, sin ser funcionarios, han sido homologados por la vía exprés con las mismas medidas de recortes salariales que el profesorado de la pública. Y que todas las partidas que afectan a la enseñanza concertada vienen sufriendo sistemáticamente una congelación, cuando no un descenso, año tras año, afectando de lleno a la calidad del servicio de interés público que prestan. Más todavía, la viabilidad del modelo de la enseñanza concertada, avalado por nuestra Constitución, corre un serio peligro por la falta de compromiso de las Administraciones públicas, que no cumplen con lo pactado: garantizar la gratuidad de la educación a todas las familias y alumnos.
Para FEUSO, los recursos públicos deben garantizar, especialmente, la calidad de los servicios básicos y esenciales a los ciudadanos, entre los que se encuentra, en los primeros puestos, la educación.
