El Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Castellón ha dado la razón a dos agentes de la Agrupación de
Tráfico de la Guardia Civil que habían dejado de cobrar dos pluses de productividad como “castigo” por imponer menos
multas que el resto de sus compañeros.
En sendas sentencias, la juez ordena a la Dirección General de la Guardia Civil que abone a los guardias civiles, destinados en el destacamento de Benicarló, los dos c omplementos salariales que no percibieron por una cantidad total de 213,24 euros mensuales.
La administración justificó el impago de los complementos por el “notable descenso en el rendimiento, interés e iniciativa” por parte de los agentes, cuyo cometido no comprende solo la vigilancia de las carreteras, “sino también cumplir con el deber de denunciar las infracciones que se observen”.
Por contra, los dos guardias civiles argumentaron que si en su destacamento se incluye el Equipo de Radar de control de velocidad, sus resultados serán siempre negativos y que su función “no consiste en la imposición de denuncias, sino en velar por la seguridad vial”.
Unos argumentos que comparte la sentencia, que considera “inadmisible” la tesis de que los guardias civiles son “una
especie de recaudadores” y que su productividad se mide únicamente por el número de denuncias cursadas.