No llegan al 50% las sillitas que, en el último informe sobre la Seguridad de los Sistemas de Retención Infantil, han sido calificadas como buenas, mientras que un 30% han aprobado por los pelos (son ‘aceptables’); y lo que es peor: algo más de un 20% han sido calificadas como malas o muy malas. Resumimos, por grupos, los resultados obtenidos por las 33 sillitas analizadas en este informe.
Una de cada cinco sillitas infantiles han sido calificadas como malas o muy malas en las últimas pruebas sobre la seguridad de los sistemas de retención infantil (SRI) que periódicamente realizan los clubes automovilísticos europeos, entre ellos el español RACE (Real Automóvil Club Automovilístico), y cuyas conclusiones han sido presentadas recientemente. En cambio, casi la mitad (48%) han sido evaluadas como buenas y un 30% se quedó en un ‘aceptable’. Unos resultados sobre los que que Antonio Lucas, coordinador de seguridad vial del RACE, indica que “no difieren mucho de los del año anterior”, y subraya que “lo que echamos de menos es que ninguna haya sido evaluada como ‘muy buena’, lo que quiere decir que los fabricantes pueden esforzarse más porque aún tienen margen de mejora”.
En el Informe, en el que se trabajó sobre 33 modelos de SRI correspondientes a todos los grupos, además de su seguridad, con pruebas de choque frontal y lateral, se analizó su ergonomía, limpieza, manejo, confección y contenido de sustancias peligrosas. Destaca la mejora de los resultados obtenidos en el análisis de sustancias peligrosas (introducido por primera vez el pasado año), aunque dos modelos de sillitas de las marcas Chicco y Recar, han suspendido por sobrepasar los límites permitidos. Desde el RACE se indica que a la hora de elegir una sillita es fundamental “tener en cuenta su seguridad y la facilidad de uso” y hacen especial hincapié en la utilización del sistema Isofix para anclar las sillitas al vehículo (ver recuadro).
También, advierten de la importancia de colocar las sillitas en sentido inverso a la marcha el mayor tiempo posible. Normalmente, hasta que lleguen a los 18 kilos (unos 4 años), porque, en caso de colisión, la cabeza y el torso del niño sufrirán menos cargas. Asimismo, recuerdan que nunca se debe prescindir del respaldo en los SRI (los que llamamos cojines elevadores) que utilizan los más mayores, aunque el vehículo esté equipado con airbag de cabeza y/o airbag lateral. No hay que olvidar, que estos por sí solos no protegen la cabeza del niño, que llega a la altura del espacio que queda entre un airbag y otro cuando se despliegan.
Fuente: Tráfico y Seguridad Víal