El Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE, una asociación a nivel mundial) considera que los automóviles capaces de desplazarse autónomamente son el tipo de transporte inteligente que es más probable que veamos en el futuro. Tan sólo hay que resolver pequeños obstáculos…
Según los expertos del IEEE, el uso cada vez mayor de los vehículos de conducción autónoma supondrá que cambien otros muchos aspectos del tráfico, como las intersecciones. Como los vehículos de conducción autónoma recurren a la comunicación de unos coches a otros y de estos con la propia infraestructura, los semáforos y las señales de Stop podrían pasar a ser cosa del pasado: «Las intersecciones estarán equipadas con sensores, cámaras y radares y podrán controlar y monitorizar el flujo de tráfico, contribuyendo a eliminar los choques y promoviendo una mejora en la fluidez. Los coches operarán automáticamente, eliminando la necesidad de semáforos», cuenta el Doctor Alberto Broggi, profesor de Ingeniería Computacional en la Universidad de Parma (Italia).
Una de las nuevas ideas que se podrían implantar con los coches de conducción autónoma es el seguimiento de unos carriles específicamente designados para este tipo de vehiculos, mientras que los tradicionales no automatizados tendrán unos carriles aparte. Este sistema permitiría mejorar la fluidez del tráfico y aumentar las velocidades de crucero. El profesor Broggi estima que, gracias a estos nuevos carriles, se podrían elevar los límites de velocidad a 160 km/h para el año 2040, sin mayor inconveniente para la seguridad.
La IEEE también pronostica el auge de la modalidad de alquiler de coche compartido («car sharing») gracias a los vehículos de conducción autónoma. Éstos pueden llevar a un usuario a su destino y estar listos para el siguiente, de modo que se pasarán menos tiempo aparcados y serán más eficientes. Además, como la conducción es automática, no hará falta tener carnet: Podrán ser usados por gente de todas las edades y destrezas. Serán los propios vehículos los que tendrán que cumplir con más certificados y estándares más exigentes. El Doctor Broggi lo tiene claro: «Los fabricantes de coches ya han empezado a incorporar dispositivos automáticos, entre los que se encuentran la asistencia al aparcamiento, los sistemas de frenada automática y la protección contra el sueño del conductor, ayudando a la gente a familiarizarse con las tecnologías sin conductor. En los próximos 28 años, el uso de tecnologías de automatización provocará un efecto bola de nieve de aceptación, y los vehículos sin conductor dominarán la carretera».
Fuente: AutoFacil