La Poza

Hoy he estado metiendo la mano en la mierda, literalmente lo digo, en la mierda ya que se me atrancó el desagüe de la casa y he tenido que estar sacando lo indescriptible, y mientras me enchungaba el brazo de vaya usted a saber que cosa y me deleitaba la pituitaria con olores indescriptibles no se porque mire usted, me acordaba de los políticos y lo que está aconteciendo.

Se me venían a la cabeza las filesas y aquel timo de los sindicatos con lo de las viviendas que timaron a un montón de gente, se me venía a la cabeza esos grifos de oro que la ex portavoz tartamuda del gobierno González había hecho instalar en su chalé porque se lo pagábamos todos, me acordaba de Rordán en calzoncillos badajo en mano dándole a la puta que le pagábamos todos mientras Felipe ponía la mano en el fuego por él, me acordaba de la hija de Aznar en el Escorial, con esa prepotencia que parecía que el monasterio había sido construido para que su hija se casara con el botarate pijo del PP, me acordaba de los Solchagas como se lo llevaban calentito y de cómo ese ministro zapateril que ya ni me acuerdo como se llamaba, como era… si, ese del maletín en la gasolinera… ese que aún no ha sido juzgado ni encarcelado… como se llamaba, si hombre… bueno, ahora no me sale ¿y por que no me sale? Porque la casta putrefacta en la cual se han convertido los políticos hace que el de ayer sea mejor que el de hoy y el de mañana mucho peor que el de hoy, porque tenemos una selección inversa donde se premia al más ladrón, al más lameculos, a más sinvergüenza paniaguado que no al más preparado y más honrado.

Porque vivimos en una poza séptica, donde todo huele mal, donde el Bárcenas de hoy nos hace olvidar a la Pajin de ayer, donde ya nadie se acuerda de Zapatero porque el percebe de la barba nos lo ha hecho olvidar en menos de un año, y mientras nos enculan a diario con impuestos y “sacrificios”, mientras nos quitan la sanidad, mientras hacen planes de estudios para convertir a las siguientes generaciones en analfabetos funcionales incapaces de pensar por ellos mismos y muy fanatizables y manejables, ellos siguen con sus sobrecitos y sus milloncitos en suiza.

Y esto ya huele demasiado mal, y al igual que ocurre en mi poza de tanta mierda que hay ya está atrancada, la mierda no corre y se empoza todo, la mierda política, la partitocracia lo emponzoña todo, no hay nada que se salve, solo hay mierda, miremos donde miremos, princesitas y reyes hasta el cuello de mierda, presidentes y ministros ahogados en mierda, sobres, pagos, comisiones… y da igual del color con el cristal del partido con el cual se mire, el ombligo del PSOE tiene tanta mierda como el del PP, y como el de CIU, y si parece que partidos como UPyD no tienen tanta mierda no es porque sean honrados, sino porque no han tenido el acceso a la saca que tienen el PPSOE, alternancia putrefacta donde nos encontramos en un capítulo de “the walking dead” en una monarquía muerta que se niega a dejar de bailar devorando a todo lo que le rodea amparada por una cúpula de muertos vivientes, políticos que solo buscan la carne fresca de nuestro dinero para seguir como zombies vivientes, pero ya se lo han comido todo, solo quedamos unos pocos supervivientes pero ellos, muertos en vida, aún quieren seguir viviendo como en los ochenta robando a lo Felipe, como en los noventa robando como José María, o el inicio del siglo XXI robando como José Luís, y ahora el percebe mariano, sin darse cuenta que no, la transición está muerta y ha fracasado pero ya hace décadas, pero ellos no quieren ser enterrados, empezando por un Borbón aferrado a las cacerías y a darle a la cadera, con un principito que… en fin… sin hablar de las niñas infantas y sus mariditos, pero eso solo es el olor de todo lo que hay, que el día que como yo mañana abramos la poza séptica de la transición nos encontraremos con lo que creíamos imposible, y a lo mejor en el fondo nos encontramos con alguien que creíamos enterrado en el valle de los caídos pero que, en realidad, fue el que creo esta poza con el “atado y bien atado” y nos dejó este regalito, un Borbón y su cohorte celestial de la rosa, la mano y la gaviota.

Y señores, o limpiamos la poza o no saldremos NUNCA de la crisis.

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