Viejos y con achaques

El 50% de los coches que circulan por nuestras carreteras tienen casi 10 años. A lo que hay que añadir otro dato más preocupante: las estadísticas indican que la gravedad de un accidente se incrementa considerablemente según aumenta la antigüedad de los vehículos implicados. Por ello, desde la DGT se va a impulsar un plan para rejuvenecer el parque e incentivar un correcto mantenimiento.

La mitad de los vehículos que circulan por nuestras carreteras tienen una edad media que se acerca a los 10 años (exactamente 9,70 años), según los datos de la Dirección General de Tráfico. Cifras que son más preocupantes cuando hablamos de furgonetas –llegan a los 12 años–, o de camiones de más de 3.500 kilogramos –superan los 11 años–. Además, si analizamos las estadísticas de accidentalidad de 2011 de la DGT, se constata que el 62% de los turismos implicados en un accidente de tráfico tenía entre 5 y 14 años, frente al 26% que tenía entre 0 y 4 años. La gravedad de sus consecuencias también se dispara con la edad. Mientras que el 17% de las víctimas mortales viajaba en un turismo que tenía como máximo 4 años, el porcentaje de fallecidos cuando el vehículo tenía entre 5 y 14 años, se elevaba al 61%. Con un agravante: las perspectivas de futuro son muy pesimistas, puesto que las matriculaciones de turismos se encuentran en mínimos históricos. Recordemos que en 2012 no se llegaron a las 700.000 unidades vendidas, lo que situó el mercado en cifras de 1986. Este 2013 continúan las caídas, con bajadas que en el primer cuatrimestre se acercaron al 7%.

Desde la DGT se ha analizado la evolución de la siniestralidad y su relación con la antigüedad del vehículo y “se van a tomar una serie de iniciativas para rejuvenecer la edad media del parque, en el que se valorará especialmente la incorporación de nuevas tecnologías en los automóviles, que incrementen tanto su seguridad activa como pasiva”, adelanta Susana Gómez, subdirectora adjunta de Normativa y Vehículos de la DGT. Su objetivo es potenciar una movilidad segura y sostenible; es decir, mejorar la seguridad vial, reducir la accidentalidad y el número de víctimas, y disminuir las emisiones contaminantes. Las iniciativas cuentan con la colaboración de los fabricantes. Según el vicepresidente de Anfac, Mario Armero, “el objetivo es conseguir que la edad media del parque sea de 7 años”. Y explica las razones: “Se ha analizado la evolución tecnológica de los coches y se ha comprobado que su equipamiento de seguridad se ha duplicado en los últimos años”. Así, se ha generalizado el ESP, el ABS, los avisadores de cinturón, los airbags y las luces inteligentes. Además, las pruebas EuroNCAP que evalúan la seguridad de los vehículos son cada vez más exigentes, y desde 2009 se premia el equipamiento de nuevos sistemas de asistencia al conductor, como el ESP, el testigo de aviso de cinturón de seguridad o los sistemas de control de velocidad. “La idea es muy clara -señala Armero-, el vehículo y su tecnología son factores muy importantes para reducir la siniestralidad de las carreteras”. Y la Administración ya está trabajando para ayudar a renovar el parque. La puesta en marcha de sus planes de incentivos a la compra, ahora en vigor con el PIVE 2 -que mantiene un ritmo de unas 1.000 reservas diarias – y PIMA Aire, que subvencionan la compra de un vehículo nuevo siempre que se dé de baja otro antiguo, son dos ejemplos. Ya se están obteniendo los primeros resultados, como apunta Germán López Madrid, presidente de ANIACAM (la asociación de importadores de automóviles): “La antigüedad media de los vehículos que se están dando de baja supera los 15 años y, por lo tanto, son los que más contaminan y tienen mayor riesgo para la seguridad vial”. Por su parte, los fabricantes aseguran que también están haciendo un gran esfuerzo. Desde la asociación de los concesionarios, Faconauto, se señala que la promoción media de los coches es superior a los 4.100 euros, casi un 38% más que en el mismo período del año pasado y que el precio medio efectivo de un turismo (lo que paga el cliente en la factura final) ronda los 18.700 euros, un 8% menos que en 2012.

Pero además de equipamiento tecnológico, el otro aliado de la seguridad del vehículo es su correcto mantenimiento. Según se desprende de un estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid, las inspecciones de la ITV evitan al año 170 víctimas mortales, cerca de 11.000 heridos y al menos 11.000 accidentes de tráfico. En 2011, según este estudio, el 20% de los coches inspeccionados fueron rechazados. Sin embargo, según un estudio realizado por la consultora GIPA, los conductores se ocupan cada vez menos del estado de su coche y no realizan las revisiones adecuadas: la mitad no comprueba en todo el año el estado de los amortiguadores, el nivel del aceite o la correa de distribución, y un tercio no comprueba la presión de los neumáticos. Un ejemplo de las posibles consecuencias: un neumático muy desgastado se adhiere peor a la carretera y en caso de frenazo o de una curva pronunciada puede ocasionar que el coche se salga de la carretera. Además, Fernando López, director de GIPA, asegura que “se ha detectado que la falta de mantenimiento adecuado se traduce en un 26% más de averías del vehículo durante su vida útil y en un 30% más de gastos para la reparación de esas averías”.

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