La Unión Sindical Obrera, USO, valora muy negativamente la segunda subida consecutiva de los precios hasta situarse el IPC interanual en el 2,1%, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en el 2,2% en tasa interanual, cuatro décimas por encima del dato de mayo, y la inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, se mantiene en el 2%. Además, el diferencial en el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) con respecto a nuestros socios de la Unión Monetaria, se incrementa hasta alcanzar 0.6 décimas –un 2,2% en España frente a un 1,6% en la UM- lo que ocasiona que se agudice la pérdida de competitividad frente a nuestros socios.
Con estos datos, la USO constata y denuncia que, según José Luis Fernández Santillana, Secretario Confederal de Comunicación y Relaciones Institucionales, “los ciudadanos estamos siendo sometidos a una dieta estricta de poder adquisitivo hasta situarnos al borde de la anorexia”. La combinación de subidas de precios, bajadas de salarios, perdida de poder adquisitivo de pensionistas y cifras de paro alarmantes, es “explosiva y aleja cada día más la necesaria contribución del incremento de la demanda interna para que, efectivamente, se revitalicen los indicadores generales de la economía y se pueda pensar en generación de empleo”.
A juicio de José Luis Fernández Santillana, los datos del IPC sumados al resto de indicadores económicos nos sitúan “en una perspectiva de continuidad recesiva o, como mucho, de estancamiento a medio plazo de la economía”. Un poder adquisitivo completamente devaluado apunta “lamentablemente a que las recientes predicciones del FMI, que sitúan el inicio de la recuperación económica en 2015, pueden ser acertadas y situarnos en un escenario de estancamiento prolongado similar a la década sin crecimiento que se registró en Japón”.
Por último la USO lamenta que se esté abonando la campaña de propaganda del Gobierno tendente a trasladar a la opinión pública que podríamos estar en el inicio del “buen camino” cuando, mes a mes, los indicadores que afectan realmente a la población, desmienten el espejismo.
– Dos meses consecutivos de subida agudizan el empobrecimiento.
– Continúa la devaluación interna.
– Aumento de precios y bajadas salariales, un escenario que contradice las previsiones de “luz al final del túnel”.