Tres víctimas de accidentes de tráfico nos cuentan su experiencia con las Unidades de ayuda, las UVAT, habilitadas por la Dirección General de Tráfico en todas las Jefaturas Provinciales. Y las personas que trabajan en ellas explican su labor, que consiste en informar, orientar y proteger los derechos de las víctimas.
Tras un accidente de tráfico, habitualmente las víctimas y sus familiares se ven en la necesidad de recurrir a organismos diferentes, hacer trámites de todo tipo, con todo tipo de interlocutores: de carácter legal, sanitario, laboral… Precisamante, para asesorarles ante esta difícil situación, la DGT ha creado las Unidades de Víctimas que han atendido ya a más de 500 personas.
Habitualmente, cuando una víctima recurre a una UVAT, se inicia un expediente en el que, lo primero que se hace es recabar toda la información posible. Y en función de sus necesidades, se llevan a cabo diferentes actuaciones que van, desde la información de sus derechos y de los recursos existentes, hasta la mediación con los diferentes servicios y organismos. Dependiendo de la complejidad del caso, un expediente puede permanecer abierto semanas, meses e incluso años. Hasta que la necesidad de la víctima desaparece. Los tres casos expuestos en este reportaje ilustran el funcionamiento de las UVAT.