Tres cuartas partes de los mandos de la Guardia Civil están en pie de guerra. En concreto, algo más de 2.000 jefes del instituto armado se sienten despreciados por la cúpula de su institución. La razón es el proyecto de Ley de Personal que está a punto de iniciar su trámite parlamentario. La norma, pendiente desde 2007 –cuando la anunció la Ley de Carrera Militar–, lleva siete años de retraso, pero para muchos hubiera sido mejor que no llegara nunca, al menos en los términos en los que ha sido redactada por el Gobierno.
El texto que salió del Consejo de Ministros y que está a punto de iniciar su andadura en Las Cortes tiene el objetivo, entre otros, de adaptar las categorías profesionales del instituto armado al marco educativo europeo, más conocido como Bolonia, donde desaparecen las diplomaturas y las licenciaturas y se crea un único título denominado grado. El problema es que en la Guardia Civil no todos los jefes tienen la misma trayectoria profesional. Unos accedieron a la escala de oficiales directamente, los que estudiaron en la Academia General Militar de Zaragoza, y otros tuvieron que promocionar desde abajo. Los primeros –tras la ley 28/94– fueron equiparados a licenciados y los segundos, a diplomados (aunque algunos de estos últimos también sean licenciados porque han hecho su carrera al margen de la institución o porque la licenciatura era un requisito para acceder, tema este más complejo que merece capítulo aparte).
Es a estos últimos precisamente a los que el proyecto de ley ningunea. O así lo entienden, entre otros, la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, que agrupa a mandos de todas las procedencias. En concreto, la propuesta gubernamental indica que los que vienen de Zaragoza se integrarán en la nueva escala de mandos directamente, sin necesidad de hacer ningún trámite, y su título será equiparable al de grado. Para el resto, los que han ascendido por promoción interna, la cosa se complica. Solo podrán integrarse en la nueva escala una vez que hayan ascendido a capitán y superen un curso de 60 créditos cuyo contenido aún no ha sido definido.
El Bolonia… la enésima tocada de cojones de europa…