El Tribunal Superior de Dublín (Irlanda) ha condenado al servicio público de autobuses de la capital irlandesa a indemnizar con nueve millones de euros a un estudiante español que fue atropellado por un autobús urbano en el año 2009 en la localidad de Bray, donde había viajado para estudiar inglés.
Como consecuencia del accidente, el joven que tenía doce años cuando fue embestido por el autobús, sufrió graves heridas en la base del cráneo y perdió la facultad de hablar y la capacidad para andar.