Un sistema inteligente de faros de automóvil creado recientemente por unos científicos permite al conductor aprovecharlos al máximo sin el peligro de deslumbrar a conductores que se les acerquen de frente ni de resultar deslumbrado él mismo por el brillo que se genera al iluminar lluvia o nieve de noche.
El sistema inteligente de faros, que es programable, detecta a los vehículos que se acercan y hace un seguimiento de los mismos, lo cual le permite bloquear la luz solamente en las parcelas del haz proyectado que de otro modo alcanzarían el parabrisas del vehículo o vehículos que se aproximan. Cuando llueve o nieva, el sistema inteligente de faros mejora la visibilidad del exterior para el usuario al hacer un seguimiento de los copos de nieve o gotas de lluvia individuales en las inmediaciones del automóvil y bloqueando los finísimos rayos de luz del haz del faro que de otro modo incidirían sobre los copos o gotas cercanos y se reflejarían de vuelta hacia el automóvil deslumbrando al conductor.
Incluso después de 130 años de historia y desarrollos técnicos en el campo de los faros para automóviles, hoy en día más de la mitad de los accidentes de coche y víctimas mortales de los mismos se producen de noche, a pesar del hecho de que hay mucho menos tráfico de noche que de día.
En cambio, el sistema desarrollado por el equipo de Srinivasa Narasimhan y Robert Tamburo, de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos, permite disfrutar de faros más brillantes que cualquiera de los hoy disponibles en el mercado y que además, a diferencia de estos, no causan deslumbramientos a otros conductores en la carretera.
El sistema diseñado por Narasimhan, Tamburo y el resto de los científicos del grupo usa un proyector DLP (por las siglas en inglés de Digital Light Processing, o Procesamiento Digital de la Luz), en vez de un faro típico o de un conjunto de LEDs. Esto permite dividir el haz de luz en un millón de rayos delgados, cada uno de los cuales puede ser controlado de manera independiente por el ordenador de a bordo.
El sistema inteligente de faros detecta a los vehículos que se acercan y oscurece las porciones del foco que incidirían contra sus parabrisas, como muestra el gráfico superior. Las fotos (abajo) muestran cómo se ve un faro inteligente desde otro coche acercándosele de frente cuando la función antideslumbramiento está desconectada y cuando está conectada. (Imágenes: Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon)
La cámara del sistema vigila la carretera, haciendo un seguimiento de los vehículos que se acercan, las eventuales gotas de lluvia o copos de nieve, y también otros objetos de interés como las señales de tráfico. El millón de rayos de luz pueden entonces ser ajustados por el sistema de modo que los que incidirían sobre el parabrisas de otro vehículo no lo hagan, mientras que el resto de los rayos pueden iluminar con plena intensidad todo lo demás, incluyendo las señales de tráfico. Estos cambios constantes en la configuración del foco de luz no suponen diferencias significativas en la iluminación general, de tal modo que el usuario normalmente ni se percatará de ellos.
El tiempo que transcurre desde la detección por la cámara hasta el correspondiente ajuste en la iluminación es de entre 1 y 2,5 milésimas de segundo. Esta reacción casi instantánea significa que en la mayoría de los casos el sistema no necesita algoritmos sofisticados para predecir dónde un vehículo que se acerca o un copo o gota estarán cuando entren en acción los ajustes al haz de luz.
El sistema es capaz de mantener un foco potente en la carretera sin deslumbrar a otros conductores siempre y cuando la velocidad del automóvil del usuario no supere lo que es normal en una autopista. La lluvia y la nieve son más exigentes en ese sentido, y el sistema solo puede reducir eficazmente el brillo indeseado si el automóvil circula a baja velocidad. Con velocidades más altas el sistema pierde eficacia. De todos modos, cuando llueve o nieva siempre es mejor conducir despacio. Y también conviene evitar velocidades excesivas en las autopistas.
Además de impedir deslumbramientos, el proyector puede ser empleado para proyectar líneas que marquen mejor el carril para el conductor, algo muy útil en casos de carreteras con la pintura de las rayas deteriorada o cuando la nieve dificulta ver tales bordes. Cuando el sistema trabaja conectado a un dispositivo de navegación, los faros programables pueden también proyectar flechas u otras señales direccionales sobre puntos de la carretera para indicarle al conductor dónde exactamente debe girar o hacer otras operaciones.
Todo esto y más se puede hacer con un mismo faro inteligente.
Fuente: Noticias de la Ciencia
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