Los pacientes que han ingresado en la UCI del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, como consecuencia de un accidente de trárfico y que han dado positivo en los análisis de alcohol y/o drogas, reciben la visita de un enfermero que les plantea la posibilidad de mantener una conversación sobre el accidente, sobre las sustancias que se les han detectado, y sobre la influencia que pudieron tener en su capacidad de conducción.
Una experiencia pionera en España «cuyo objetivo es disminuir la reincidencia a través de la prevención secundaria», explica el doctor Enrique Fernández, coordinador de este proyecto. Los datos que manejan son alarmantes: casi la mitad de los pacientes son reincidentes, casi el doble de los que no consumen; o lo que es lo mismo, más de la mitad de los accidentados que han consumido drogas van a tener otro accidente. Y tiene muy claro que «la única forma de cortar la cadena es que el paciente sea consciente, que identifique que tiene un problema». Una realidad que, normalmente, no asumen. En su día a día, las respuestas que obtiene son siempre las mismas: «la carretera estaba mal, se me cruzó un coche, no había ninguna señal…».
El poder de una conversación
Sergio Cordobilla, uno de los ATS que realiza esta función explica que intentan «dar respuesta a una necesidad que hasta ahora no estaba cubierta: hacer prevención secundaria». Algo normalizado entre los profesionales sanitarios. A todos nos han dado consejos de alimentación, ejercicios,… para evitar recaídas, pero eso no ocurre en traumatología. Según Cordobilla, en 2013, el 50% de los pacientes que pasaron por la UCI habían consumido alcohol y «un 95% aceptó la entrevista».