El mes de mayo ha vuelto a cerrar con una subida de los Precios de Consumo. El IPC ha registrado una variación anual del -0,2%, situando la tasa anual de inflación subyacente y la variación mensual en el 0,5%, influida por la subida de los precios de los carburantes y la alimentación.
Desde el mes de enero, los precios han subido mes a mes, acercando a tasas positivas al IPC, mientras que los salarios siguen congelados o reducidos, con lo que los trabajadores y las trabajadoras tiene que hacer de nuevo frente a la constante pérdida de poder adquisitivo que sufren desde el inicio de la crisis económica.
En esta subida de los precios han influido, de manera significativa, los carburantes, que han alcanzado su máximo anual, con un incremento del 15%, y la alimentación y bebidas no alcohólicas, con una variación mensual del 1,3%. Hoy, llenar el depósito cuesta entre 5 y 9 euros más que al comenzar el año y los precios de los alimentos están subiendo, por lo que sin sueldos acordes a la nueva realidad de los precios, el consumo podría frenar su recuperación.
En esta misma línea, desde USO defendemos la urgente necesidad de iniciar un proceso rápido de incremento de los salarios, que sea real y efectivo, porque, a la vista del comportamiento de los precios, es muy probable que éstos cierren el año con tasas superiores al 1% de subida salarial previsto en el recién suscrito Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, dando por perdido sus firmantes la recuperación de la pérdida de poder adquisitivo acumulado. De no ser así, se volverá a cargar sobre la ciudadanía y los trabajadores los sacrificios para hacer realidad la tantas veces nombrada recuperación económica.