Pese a que, en 2008, quedaron regulados por el Ministerio de Fomento, siete años después todavía existen en nuestras vías miles de resaltos ilegales, que pueden dañar tu coche. Te contamos cómo distinguirlos… y denunciarlos.
Es muy probable que, a lo largo de tu experiencia al volante, te hayas encontrado algún resalto o badén demasiado grande o elevado, con el que hayas podido rozar o, incluso, dañar tu vehículo. Y es que, hasta 2008, la construcción e instalación de estos elementos -cuyo objetivo es que los coches reduzcan la velocidad- no estaba regulada, por lo que cada localidad podía colocar aquellos -y de cualquier tamaño- que considerara oportunos.
El Ministerio de Fomento intentó poner fin a este desmadre el 31 de octubre de 2008, con la entrada en vigor de la orden FOM/3053/2008, que detallaba su forma e instalación y regulaba su colocación en las carreteras estatales, pero también en las vías titularidad de los ayuntamientos, a quienes se les otorgó una moratoria que finalizó el 31 de octubre de 2010. Como, entonces, muchos aún no habían realizado obras de adaptación -se estima que cambiar cada resalto puede suponer hasta 4.000e-, el Gobierno concedió una nueva moratoria, que finalizó en la misma fecha de 2012.