Consejos para el periodo invernal: “Precaución y respeto”

En condiciones meteorológicas adversas, hay que extremar la prudencia: modere la velocidad y aumente la distancia con respecto a los automóviles que circulan delante. Piense que con el piso mojado se necesita más espacio para detener el vehículo.

Ante la lluvia, unos neumáticos desgastados no desplazan bien el agua y pueden ser la causa de un accidente. Por eso, hay que sustituirlos periódicamente.

Las escobillas de los limpiaparabrisas deben estar siempre en buenas condiciones. No debemos esperar a que empiece el mal tiempo para cambiarlas.

Frente al hielo, la mejor medida de seguridad que se puede tomar en días de mucho frío es conducir con la máxima precaución, previendo su presencia sobre todo en determinados tramos.

Cuando el hielo aparece, ni tan siquiera los modernos sistemas como el ABS o la tracción total nos liberan del peligro de sufrir un patinazo, por lo que no cabe más que disminuir la velocidad y aumentar la prudencia.

Los neumáticos de invierno mejoran la seguridad y la movilidad. Aportan una mejor tracción, frenada y control con agua, escarcha, hielo y nieve. Si no se han montado los neumáticos de invierno, en épocas de nevadas es necesario llevar cadenas en los vehículos y saber colocarlas.

Es fundamental evitar los frenazos bruscos y circular a gran velocidad. Se tiene que intentar frenar de forma suave y gradual para que las ruedas no se bloqueen. Si esto sucede, el vehículo quedará fuera de control. Ante lo cual, se debe soltar el pedal del freno para recuperar la tracción y usar el freno de motor alternándolo con el pedal del freno.

En el arranque con nieve, se debe acelerar poco a poco. Si las ruedas patinan, se debe subir a una velocidad superior para reducir la fuerza que se aplica a las ruedas.

Fuente: Ertzaintza.Net

Autor: Trafikoa
La Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco es el órgano encargado de elaborar y gestionar las políticas de seguridad vial en la Comunidad Autónoma del País Vasco. La Ertzaintza es la policía autonómica del País Vasco, comunidad autónoma española. Fue creada en 1982 con Carlos Garaikoetxea como lendakari, en desarrollo del Estatuto de Guernica. Es heredera de la Ertzaña constituida por el Gobierno Provisional del País Vasco durante la Guerra Civil Española en desarrollo del Estatuto de Autonomía de la Segunda República. Es una de las cuatro fuerzas y cuerpos de seguridad españoles de carácter autonómico, junto a los Mozos de Escuadra catalanes, la Policía Foral de Navarra y la Policía Canaria. Se denomina ertzaina (‘cuidador del pueblo’) a cada uno de los 8000 agentes del cuerpo y ertzain-etxea (‘casa de ertzainas’) a las comisarías. La policía vasca tiene su base central en Erandio y dispone de 25 comisarías repartidas en las distintas comarcas del País Vasco, así como distintas oficinas de atención al público como la del Aeropuerto de Bilbao (en Lujua, Vizcaya) y las del centro de las capitales. Otras bases importantes son las de Iurreta, Arcaute (Vitoria), que es también la academia donde se forman los policías vascos, y Berroci. Actualmente, la Ertzaintza tiene la consideración de «policía integral» del País Vasco. Es titular de todas las competencias en materia de orden público, seguridad ciudadana, tráfico y juego y espectáculos de la autonomía. También ejerce labores de lucha antiterrorista, investigación y policía judicial. El cuerpo depende del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco.

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