Las falsificaciones son algo común en el mundo de la moda, los dispositivos electrónicos, los perfumes…, pero también existen en el automóvil. Y afectan a algo tan básico para el mantenimiento y seguridad de nuestro coche como los recambios y las piezas de sustitución.
Las falsificaciones de bolsos, relojes, perfumes… son algo cotidiano y por todos conocido. También lo son, aunque algo menos, las réplicas de coches clásicos y modelos de lujo. Lo que no es tan comúnmente conocido y, sin embargo, puede repercutir directamente en nuestra seguridad, son las falsificaciones de recambios y piezas de automóviles.
Este mercado ilegal es un verdadero problema para los fabricantes oficiales, que han detectado una desviación nada menos que del 10% entre el volumen de ventas global de recambios y los que salen de sus estanterías.
Componentes que alteran la seguridad
Filtros de aceite, correas, logotipos… este tipo de piezas empezaron a ser “clonadas” hace años, pero es un mercado lo bastante goloso como para que se hayan aventurado a ir más allá y ya existan recambios piratas de componentes más serios y que pueden afectar a nuestra seguridad. En efecto, a día de hoy hay falsificaciones prácticamente de todo tipo, incluso de algo tan fundamental para la seguridad como los faros o los amortiguadores.
Al igual que sucede con los elementos de moda, su aspecto es similar e incluso los logos de las marcas parecen idénticos, pero ni su calidad ni los controles de seguridad y pruebas a los que se someten son los mismos, lo cual puede suponer un problema para nuestra integridad y, además, puede provocar averías graves en nuestro coche. La mayoría de estos recambios piratas se fabrican en China, India, Emiratos Árabes y sureste asiático.
Un filtro de combustible de mala calidad puede producir obstrucciones en los conductos de alimentación o en los cilindros que, a su vez, provoquen averías de varios miles de euros. No merece la pena en absoluto el ahorro que podemos obtener en ellos –que tampoco suele ser muy grande- frente al riesgo de tener que gastar mucho más en reparar los desperfectos que nos ocasionen.
La apariencia de algunas de estas copias es muy burda y resulta fácil detectar la estafa. Su acabado es malo, los números de la referencia del recambio no se ven muy nítidamente, el logo no es igual al de la pieza de origen… Otras, en cambio, son muy fieles a la original, por lo que sólo un experto puede confirmar si son recambios de calidad o una falsificación.
Autocasion.com aconseja huir de canales de venta no certificados y de las gangas
Para evitar ser víctima del timo de los recambios falsificados, Autocasion.com aconseja huir de canales de venta que no estén certificados y de ofertas demasiado atractivas y descuentos excesivos. Lo ideal es acudir directamente al concesionario oficial o a tiendas especializadas en recambios, evitando comprar en páginas web de dudosa procedencia.
La única alternativa más barata que un recambio original y que garantice una buena seguridad son los recambios originales de segunda mano, siempre que su estado sea correcto. Esto es especialmente importante en componentes que afecten a nuestra seguridad, como faros, pastillas de freno, amortiguadores, componentes eléctricos, etc.