Agentes de la Unidad de Tráfico de Gipuzkoa han detectado en los últimos días un sofisticado sistema de manipulación fraudulenta aplicado a los tacógrafos de última generación que perturba los datos relativos a tiempos establecidos de conducción y descanso para el conductor y al mismo tiempo altera los elementos claves de seguridad de vehículos tanto de transporte de viajeros como de mercancías. Dicha modalidad fraudulenta, que presenta un alto grado de sofisticación, se traduce en anular la doble señal integrada en los actuales tacógrafos, mediante la derivación a una centralita electrónica que se activa a través de un mando a distancia.
La pasada semana, en el transcurso de un control de transportes rutinario instalado en el peaje de la autopista A-8 en Irun, agentes adscritos a la Unidad de Trafico de la Ertzaintza en Gipuzkoa, detectaron un vehículo que presentaba una anomalía en el funcionamiento de un tacógrafo de última generación. Desde octubre del año 2012 y con el fin de evitar manipulaciones fraudulentas de las que eran objeto, las autoridades europeas determinaron dotarlos de sistemas de mayor seguridad. Se trataba además de aumentar la seguridad vial, mejorar las condiciones sociales del conductor y la libre competencia de las empresas.
De esta forma, los actuales tacógrafos disponen de un sistema de doble señal, cuya misión es precisamente prevenir cualquier intento de manipulación de sus elementos electrónicos de conexión de tal forma que en caso de producirse el dispositivo detecte incongruencias entre ambas señales.
En el caso descubierto por la Ertzaintza, tras una exhaustiva inspección se detectó un alto grado de sofisticación y conocimiento, especialmente en las manipulación de los sensores internos, al objeto precisamente favorecer su ocultación. Este elevado nivel técnico se hacía patente a la hora de “puentear” los circuitos impresos y alterar algunos de los “chips” de su mecanismo. La doble señal del dispositivo había sido eliminada practicando una derivación a una centralita electrónica que se activaba mediante un mando a distancia. Al activarlo, se anulaban las dos señales, circunstancia que afecta de manera directa tanto a los tiempos establecidos. Entre otras afecciones, esto supone una competencia desleal con el sector del transporte, además del riesgo que conlleva porque altera elementos determinantes para la seguridad del vehículo. Por un lado anula el limitador de velocidad, que es obligatorio en los vehículos de transporte tanto de viajeros como de mercancías de gran tonelaje. Por otra parte, deja de funcionar la ayuda electrónica a la pre-frenada y sistema de ABS, todo ello con el consiguiente riesgo para la seguridad vial.
Por estos hechos, los ertzainas procedieron a la inmovilización del vehículo mientras no se subsanara la manipulación, así como la instrucción de un expediente sancionador por una cuantía de 6.000 euros.
Fuente: Ertzaintza.Net