Un reciente estudio publicado por la Dirección General de Tráfico establece la necesidad de reducir la velocidad en las vías convencionales, para mejorar su seguridad, ofreciendo una cifra muy clara a la que llegan como conclusión: con un límite de 10km/h menor se tendría un 10% menos de fallecidos en estas vías.
Conclusiones muy similares ya se obtuvieron en un informe sueco que mostramos hace unos días en Tecnocarreteras donde se veía que, en todos los escenarios simulados donde se reducía la velocidad, la mejora de la seguridad era muy significativa.
El motivo de que, a menos velocidad menos accidentalidad, es obvio, y se puede resumir en tres puntos:
- Mayor facilidad de reacción ante imprevistos (se evitan choques).
- Menor daño causado en las colisiones, al ir más despacio.
- Mayor protección de los usuarios más vulnerables de las vías.
Sobre todo parece muy importante reducir los límites en las carreteras convencionales, que generalmente además están en peor estado de conservación, lo que las convierte en un peligro importante.
Fuente: Tecnocarreteras