El gas natural comprimido (GNC) es, esencialmente, gas natural almacenado a altas presiones. Al estar compuesto principalmente de metano, produce menos dióxido de carbono que otros hidrocarburos, como la gasolina o el gasóleo. Además de ser más limpio, también es más económico, puesto que actualmente cuesta 0,885 euros/kg. Estos dos factores han provocado que la demanda de este tipo de vehículos aumente y, gracias a ello, también está mejorando la infraestructura para repostar este combustible, puesto que cada vez más estaciones de servicio cuentan con surtidor de GNC.
Los vehículos preparados para funcionar con GNC también pueden hacerlo con gasolina. Se trata, por tanto, de modelos bifuel, pero no híbridos, ya que solo cuentan con un motor de combustión que funciona indistintamente con ambos tipos de combustible. Este tipo de coches, eso sí, cuenta, como mínimo, con dos depósitos, uno para la gasolina y otro para el GNC. Por defecto, un vehículo de GNC circula con gas hasta que éste se agota; el cambio a gasolina se efectúa automáticamente y es imperceptible para el conductor. Y es que, en marcha, no se aprecian diferencias entre el modo de gas y el de gasolina, por lo que un modelo GNC se conduce exactamente igual que uno diésel o de gasolina.
En materia de seguridad, los coches de GNC son tan seguros como el resto, ya que, en caso de choque, los vehículos de GNC cumplen con los estándares más estrictos de la industria. Además, el estado de conservación de los depósitos se debe verificar cada cuatro años y sus componentes están preparados para soportar condiciones extremas. Por otro lado, el GNC es más volátil que el aire, por lo que no existe riesgo de explosión en caso de fuga o de rotura del depósito, si bien los tanques son extremadamente resistentes.
Conviene señalar que los coches de GNC cuentan con el distintivo medioambiental ECO de la DGT. Como hemos indicado, no son híbridos, pero se benefician de la misma etiqueta que los modelos equipados con un sistema de propulsión dual. Gracias a ello, se ven menos afectados por las restricciones al tráfico en episodios de alta contaminación, por lo que su uso en las grandes ciudades se está extendiendo. De la misma forma, este tipo de vehículos puede acceder a descuentos en zonas de aparcamiento regulado, en algunos peajes y a la hora de pagar el impuesto municipal de circulación. En definitiva, los modelos de GNC son ecológicos, más económicos e igual de seguros que un coche diésel o de gasolina.