La CSI (Confederación Sindical Internacional) ha publicado el Índice Global de Derechos correspondiente a 2020, año en el que las violaciones a los derechos laborales y la libertad sindical han registrado el mayor número en siete años. USO, como parte de la CSI, espera cada año este índice que nos orienta en nuestra labor de sindical internacional.
En muchas ocasiones, la solidaridad con los compañeros de sindicatos de otros países es la única forma de parar los atropellos, pues los poderes públicos y la Unión Europea priorizan las relaciones comerciales sobre las condiciones de trabajo de los países donde se producen esos bienes.
Lo primero que destaca el Índice Global de los Derechos de la CSI 2020, realizado con aportaciones de los sindicatos en el terreno, es la ruptura del contrato social. Faltan equilibrio entre el trabajo, la remuneración y protección social; la libertad de negociación colectiva; y el diálogo social.
Mayores restricciones a los derechos de los trabajadores y de huelga, y menos negociación colectiva
En 2020, se ha intensificado la tendencia, por parte de Gobiernos y empleadores, a restringir los derechos de los trabajadores. Este año se están limitando la negociación colectiva y el derecho de huelga. Y se da un aumento del número de países que bloquean el registro de sindicatos.
El incremento en el número de países que deniegan o limitan la libertad de expresión viene a demostrar la fragilidad de las democracias. Mientras, el número de países que restringen el acceso a la justicia ha seguido siendo inaceptablemente elevado, al mismo nivel que el año anterior.
Una nueva tendencia escandalosa, identificada en 2020, guarda relación a la vigilancia gubernamental de dirigentes sindicales, en un intento de instigar temor y presionar a los sindicatos independientes y sus miembros.
La secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, declaró que: “estas amenazas hacia los trabajadores, nuestras economías y la democracia eran endémicas en los lugares de trabajo y en distintos países ya antes de que la pandemia del covid-19 viniese a trastocar vidas y medios de subsistencia. En muchos países, la represión existente contra los sindicatos y la negativa de los gobiernos a respetar los derechos y entablar el diálogo social ha dejado expuestos a los trabajadores a la enfermedad y la muerte. Ha dejado a los países totalmente incapaces de combatir la pandemia de manera efectiva”.
Con la vista puesta en la recuperación y la construcción de economías resilientes, el Índice Global de los Derechos de la CSI 2020 constituye una referencia que utilizaremos para pedir cuentas a Gobiernos y empleadores.
El coronavirus, una excusa para restringir la libertad sindical
Como si los datos del Índice no fuesen suficientemente chocantes, estamos viendo que algunos países van incluso más lejos. Con la excusa de las medidas adoptadas para combatir la pandemia del coronavirus, están avanzando en su agenda contra los derechos de los trabajadores. Es una tendencia que debe frenarse y revertirse.
El Índice Global de los Derechos pone de manifiesto la ruptura del contrato social entre Gobiernos y empleadores, y la gente trabajadora. Se registra una tendencia a restringir los derechos en el trabajo mediante violaciones de la negociación colectiva, privando a los trabajadores del derecho de huelga y excluyéndolos de los sindicatos.
Pero el Índice es algo más que una simple lista de violaciones. Constituye un claro reflejo del déficit de derechos que hemos de corregir para construir el nuevo modelo económico que necesita el mundo cuando se recupere de la pandemia de covid-19.
Entonces, deberá ser una economía global resiliente, que se apoye en un Nuevo Contrato Social: un nuevo compromiso con los derechos en el trabajo, inversiones renovadas cumpliendo con el Estado de Derecho, y sentar las bases para la democracia en el lugar de trabajo.
Oriente Medio y Norte de África es la peor región del mundo para los trabajadores y trabajadoras por séptimo año consecutivo. Se debe a la persistencia de inseguridad, y conflictos y ocupación en Palestina, Siria, Yemen y Libia. A esto se suma el hecho de ser la región más regresiva en lo que respecta a la representación de los trabajadores y los derechos sindicales.
Los peores países para los trabajadores, sus derechos y el sindicalismo
Los diez peores países para los trabajadores y las trabajadoras en 2020 son Bangladesh, Brasil, Colombia, Egipto, Filipinas, Honduras, India, Kazajstán, Turquía y Zimbabue.
La séptima edición del Índice Global de los Derechos de la CSI clasifica a 144 países en función del grado de respeto hacia los derechos de los trabajadores. Entre las principales conclusiones, figuran:
- En el 85% de los países se ha vulnerado el derecho de huelga.
- En el 80% de los países se ha vulnerado el derecho de negociación colectiva.
- Ha aumentado el número de países donde se impidió el registro de sindicatos .
- Tres nuevos países han entrado en la lista de los diez peores países para los trabajadores y trabajadoras: Egipto, Honduras e India.
- El número de países que denegaron o reprimieron la libertad de expresión se ha incrementado. Ha pasado de 54 en 2019 a 56 en 2020.
- Los trabajadores se vieron expuestos a actos de violencia en 51 países.
- Los trabajadores no tienen acceso a la justicia, o lo tienen restringido, en el 72% de los países.
- Se registraron arrestos y detenciones de trabajadores en 61 países.
La CSI tiene disponible en su web el Índice Global de los Derechos 2020 completo. Además, también dispone de mapas e infografías sobre algunos de los índices más destacados.