Hoy os voy a pasar un artículo muy interesante que pone de manifiesto algo que ya se sabía, que no es de ahora, lo que pasa es que claro, cuando hay dinero de por medio cuesta aceptar ciertas cosas y mejor que la hucha siga llenandose. Los hechos son los siguientes, en plena tormenta muy intensa un conductor circula delante de cinemómetro laser, mal llamado radar laser para que entendernos mejor, y ya y le llega una multa por ir a 184 km/h.
A la abogada del conductor hay que felicitarla, eso lo primero, ya que ha logrado demostrar algo sabido por todos, pero…. como siempre digo, una cosa es tener la razón, otra poder demostrarlo y otra que te la den, y en este caso se la dieron a la víctima de todo este desproposito. Una victima en toda regla de la voracidad recaudadora de la administración, y creo que hay que decirlo con todas las palabras.
Y digo desproposito por que vamos a ver si se entiende lo evidente, ¿en que cabeza entra que una furgoneta de estas grandotas vaya a circular a 184 km/h en una tormenta considerable?. Y mas todavía… que todavía hay mas…. ¿en que cabeza entra que una de esas furgonetas grandotas vaya a poder circular a 184km/h reales?… asi a ojo, mas menos, 200 km/h de marcador.
Y es que lo que habia sucedido es algo que se viene sabiendo desde hace mas de 10 años, el laser funciona muy bien pero mejor que haga buen tiempo. Al laser le afectan muchas cosas que pueden incidir en la medición, cosas como la lluvia, la nieve, suciedad acumulada… todo puede influir.
Lo peor de esta noticia es que si hubiera un poco de sensatez en todo esto, pues salta a la vista que una furgoneta en medio de una tormenta no va a 184km/h reales. Pero mas bien ha parecido que aqui solo importaba la recaudación, cuando, sin tener que hacerle pasar a la víctima por todo ese proceso, ante una mas que seria duda de que eso no podía ser cierto, pues la sanción tenía que haber sido desechada.
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