OIT: salarios bajos y más desigualdad, consecuencias del covid-19

La Organización Internacional del Trabajo, la OIT, acaba de publicar su Informe Mundial sobre Salarios 2020-2021. El análisis del informe repara, en la influencia de la pandemia global del covid-19 sobre los salarios y los salarios mínimos.

La tendencia de salarios a la baja y el aumento de la desigualdad salarial están entre las conclusiones del estudio de la OIT. En la parte positiva, se reportan los aciertos de adopción de medidas como los subsidios salariales temporales establecidos por muchos países ante la crisis, y los rendimientos significativos de los sistemas de salarios mínimos.

Los salarios en España caen un 12,7%

La crisis del covid-19 se ha cebado con los salarios de los trabajadores españoles, según la OIT. Entre el segundo y el primer trimestre de 2020 se registró una caída del 12,7% en la masa salarial, segundo mayor porcentaje entre los países de la UE y el Reino Unido, solo superado el registrado en por Portugal (13,5%).

Esta pérdida de salario refleja la destrucción de puestos de trabajo por la pandemia pero también la reducción del número de horas trabajadas.

En el caso de las mujeres, el impacto sobre los salarios fue mayor, con una pérdida del 14,9% de la masa salaria. Para los hombres, esta reducción fue del 11,3%.

Principales conclusiones del informe de la OIT

En el primer semestre de 2020, la crisis del covid-19 imprimio? una presio?n a la baja en el nivel o en la tasa de crecimiento de los salarios medios de dos terceras partes de los pai?ses. En otros pai?ses, el salario medio aumento?, en buena medida artificialmente, como reflejo de la pe?rdida sustancial de puestos de trabajo entre los trabajadores con salarios ma?s bajos. Así, la crisis afecto? muy especialmente a los trabajadores con salarios ma?s bajos, y en consecuencia aumento? las desigualdades salariales.

La crisis no ha tenido las mismas consecuencias para las mujeres que para los hombres. En particular, son ellas quienes ma?s sufren los efectos adversos. Tras el ana?lisis de una seleccio?n de pai?ses europeos, los resultados indican que sin el pago de subsidios, los trabajadores hubieran perdido el 6,5% de la masa salarial entre el primer y el segundo trimestre de 2020. En el caso de las mujeres, la pe?rdida hubiera sido de un 8,1% frente al 5,4% en el de los hombres.

Por otro lado, los subsidios salariales temporales han permitido a muchos pai?ses compensar parte de la masa salarial que se hubiera perdido, y atenuar el efecto de la crisis en la desigualdad salarial.

Salario mínimo por hora

Un total de 266 millones de asalariados ganan menos que el salario mi?nimo por hora vigente en sus respectivos países, ya sea porque carecen de cobertura legal o porque la normativa se incumple. Los grupos que con ma?s frecuencia quedan excluidos de la cobertura legal de los sistemas de salario mi?nimo son los trabajadores agri?colas y quienes realizan trabajo dome?stico.

En cuanto al valor relativo, la cuanti?a de los salarios mi?nimos se fija en un 55% de la mediana salarial en los pai?ses desarrollados, y en un 67% de dicha mediana en las economi?as en desarrollo y emergentes.

A nivel mundial, la mayor parte de los asalariados remunerados al nivel del salario mi?nimo por hora, o a nivel de un monto inferior, esta?n situados en el tramo inferior de la distribucio?n de ingresos de los hogares. Por lo general, las mujeres predominan entre los trabajadores mal pagados.

Políticas salariales para la recuperación

El informe de la OIT recomienda políticas salariales para una recuperación centrada en lo humano. Concretamente se asegura que, para paliar el impacto de la crisis y apoyar la recuperacio?n econo?mica, son necesarias poli?ticas salariales adecuadas y equilibradas, acordadas mediante un dia?logo social so?lido e inclusivo.

En el futuro cercano, es probable que las consecuencias econo?micas y laborales de la crisis de la COVID-19 ejerzan una enorme presio?n a la baja sobre los salarios de los trabajadores. En este contexto, se requerira?n ajustes salariales adecuadamente equilibrados, que contemplen los factores sociales y econo?micos pertinentes, para salvaguardar los empleos y asegurar la sostenibilidad de las empresas. Al tiempo que se protegen los ingresos de los trabajadores y sus familias, se mantiene la demanda y se evitan situaciones deflacionarias.

La OIT estima también que al prepararse para una nueva y mejor «normalidad» posterior a la crisis, la existencia de salarios mi?nimos adecuados –establecidos por ley o negociados– podri?a contribuir a lograr ma?s justicia social y menos desigualdad.

Para USO, la precariedad y los salarios bajos no pueden ser la base para lograr el trabajo decente

Con relación a todo ello, a USO le preocupan otros datos fuera del informe que apuntan a que el mundo es tres veces ma?s rico que hace 20 an?os y, sin embargo, el 75% de los trabajadores piensan que sus ingresos se han estancado o han quedado atra?s respecto al coste de la vida.

A su vez, un 76% considera que el salario mi?nimo no basta para sobrevivir. Ello ocurre mientras que en 155 pai?ses se permiten violaciones al derecho de negociacio?n colectiva que resulta esencial para la fijación de los salarios.

Para USO, el predominio de contratos temporales o precarios, con bajos salarios, no puede constituir la base para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 8 relativo al Trabajo Decente al que aspira la Agenda 2030.

A la hora de adoptar planes de recuperación y resiliencia frente a la pandemia actual, USO considera imprescindible contar con ingresos protegidos, salarios mi?nimos vitales e ingresos ba?sicos para los trabajadores que se encuentran en la economi?a informal, en el desempleo, o bien sufriendo baja por enfermedad.

En el plano europeo, una cuestión de desigualdad salarial pendiente sobre la que USO fija su atención tiene que ver con el compromiso incumplido de la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, quien asumió el cargo el 1 de diciembre del año pasado con la promesa de “presentar iniciativas para introducir medidas vinculantes de transparencia salarial” dentro de los primeros 100 días de su mandato para abordar la brecha salarial de género del 15% en la UE. Según datos de la CES, de no actuar con este tipo de medidas, las mujeres de la UE tendrían que esperar hasta el año 2104 para obtener la igualdad de salarios.

Autor: USO
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