Resulta que justo estamos casi confinados y el Gobierno emprende la modificación de las normas de tráfico. Ninguna reforma puede ser más urgente que aquella cuya única justificación sea su propio diferimiento. Con los desplazamientos a la mitad y los contagios por Covid al doble, cómo no cambiar cuanto antes la norma en el marco de una nueva performance.
No se trata tanto de que se endurezca el castigo por usar el móvil al volante (bien), por no usar el cinturón o los sistemas de retención infantil (¿en qué estaban pensando?), sino en el momento en que se hace. El momento es el acierto. La pócima de la demoscopia determina que no importa lo que se diga, sino cuándo se arme el show.
Y, si, verdaderamente el ministro Marlaska ha sido el “anchor man”. El ministro, rodeado de gráficos y estadísticas, no ha sido capaz si quiera de distinguir dos conceptos tan esenciales como “velocidad excesiva” y “velocidad inadecuada”, saltando de uno a otro al ritmo del powerpoint, pero demostrando que lo mismo da que da lo mismo.
Por lo demás, lo de siempre: menos velocidad; más multas; castigar (de tapadillo) el uso de detectores de radar que el propio Director de la DGT, Pere Navarro, autorizó en 2010; actualización de la norma respecto de los vehículos de movilidad personal (VMP) y cambios para sacarse el carné.
Todo esto aún no ha entrado en vigor. Pero todos sabemos que el radar (ya se ha autorizado una nueva siembra) sigue en el centro de la llamada política de seguridad vial en España. Y usted, amigo conductor, ya sabe que es lo de siempre: la culpa es suya. The show must go on.
Si te han puesto una multa o tienes alguna duda sobre ellas, puedes ponerte en contacto con nosotros a través del teléfono gratuito 900 900 774. En Dvuelta estamos para ayudarte.
Autor: Pedro Javaloyes; Dircom de Dvuelta.
Fuente: Pedro Javaloyes; Dircom de Dvuelta.