Desde el 1 de septiembre de 2017, los nuevos modelos de automóviles tienen que superar unos nuevos ensayos de emisiones en condiciones reales de conducción, así como un ensayo mejorado en laboratorio, antes de poder circular en las carreteras europeas. Los nuevos ensayos de emisiones garantizarán unos resultados más fiables y contribuirán a restablecer la confianza en el comportamiento de los automóviles nuevos, tras el fraude de los motores diésel trucados de Volkswagen para falsear sus emisiones.
¿Como se someten a ensayo los vehículos?
Antes de poder comercializar un vehículo, es necesario que haya sido «homologado». La autoridad nacional debe certificar que los prototipos del modelo cumplen todos los requisitos de la UE en materia de seguridad, medio ambiente y conformidad de la producción, antes de autorizar su venta.
Hasta el 1 de septiembre de este año, solo se realizaba un ensayo de laboratorio para medir
las emisiones de contaminantes atmosféricos de un vehículo.
¿En que consiste el ensayo de emisiones en condiciones reales de conducción?
En este procedimiento, las emisiones de contaminantes (óxidos de nitrógeno (NOx) y de partículas ultrafinas) se miden mediante unos sistemas portátiles de medición de emisiones (PEMS) que lleva instalados el vehículo en condiciones reales de conducción en carretera. Para realizar esta medición se someterá al vehículo a variaciones aleatorias de parámetros como la aceleración,
la desaceleración, la temperatura ambiente y la carga útil.
¿Qué ocurre con los ensayos de las emisiones de CO2?
La Comisión ha introducido un procedimiento de ensayo en laboratorio más realista. Se trata del nuevo procedimiento armonizado de ensayo de vehículos ligeros a nivel mundial (WLTP) que mide las emisiones de CO2 y el consumo de combustible de los turismos y las furgonetas.