Una ley bastante curiosa ha entrado en vigor en Franca el pasado 1 de Julio en lo relativo a las tiendas en las que vendan bebidas alcohólicas. Tanto si es tienda física como tienda online deberán por ley tener a la venta alcoholímetros para que los clientes puedan autoevaluarse la «tranca» que van a pillar. Además de eso las tiendas estarán obligadas a poner disponible información suficiente para fomentar que sus clientes sean conscientes de la importancia de la autoevaluación de la trompa.
Esta medida es de obligado cumplimiento en lo que respecta a tiendas, es decir, no se refiere a bares ni a restaurantes, si no a tiendas que ponen a la venta botellas de bebidas alcohólicas de todo tipo. Es decir, estariamos hablando de establecimientos comerciales que vendan bebida para llegar, no se refiere a lugares en los que se vende y consume la bebida insitu.
Mi opinión al respecto es que este tipo de noticias me las tomo a chiste, puede ser que esté equivocado, perfectamente puedo estarlo, pero al final quien va a una tienda de esas tiene claro a lo que va, si va a comprar unas botellas para tenerlas en casa y beber un poco de vez en cuando, o va a comprar unas botellas para trincarselas todas cuanto antes mejor, que igual resulta que de un día para otro caducan y sería todo un drama.
A mi modo de ver la obligatoriedad de venta de alcohólimetros solo va a servir para dos cosas. La primera, que algunos distribuidores hagan mazo de pasta a cuenta de la ley que acaban de sacar, si estuvieramos en España estaría pensando que posiblemente haya algún filesa de por medio. La segunda, para lo evidente, junto a las botellas comprar el alcoholímetro para luego ver quien es el que está mas trompa de todos.
Bueno, ciertamente, tambien puede servir para un tercer caso, quien deja el alcoholímetro en el coche por que habitualmente va tan trompa que necesita un chisme que le diga que va trompa.
Medidas que solo sirven para que algunos hagan mucho dinero y otros muchos se rian con la gracia del gobierno.
