El término «vicio oculto en un coche» se refiere a un problema o defecto en un vehículo que no es evidente a simple vista y que el vendedor o propietario anterior puede no haber revelado al comprador. Estos vicios ocultos pueden ser mecánicos, estructurales o relacionados con el rendimiento del automóvil, y a menudo no se descubren hasta después de que se haya completado la compra.
Los vicios ocultos pueden incluir problemas como por ejemplo en el motor, transmisión, suspensión, sistema eléctrico, o daños estructurales que no son visibles exteriormente. Estos vicios ocultos pueden ser costosos de reparar y pueden tener un impacto significativo en la seguridad y el valor del vehículo.
Los compradores de coches usados tienen derechos legales para buscar reparación o compensación si descubren vicios ocultos después de la compra. Es importante que los compradores tomen medidas para protegerse, como realizar inspecciones exhaustivas antes de comprar un vehículo usado y considerar obtener un informe de historial del vehículo para obtener información sobre su pasado.
En resumen, un vicio oculto en un coche es un problema no revelado que puede surgir después de la compra y que puede tener un impacto negativo en la seguridad y el valor del vehículo. Los compradores deben ser conscientes de este riesgo y tomar medidas para evitarlo.