Grandes daños y daños propios

Lo que hay que entender sobre las coberturas y lo que hay que saber en caso de grandes daños y dandos propios.

Autor: El Mejor Seguro de Coche

GRANDES DAÑOS

Contratar esta cobertura tiene un gran inconveniente, la compañía aseguradora intentará, por todo los medios posibles, que el vehículo NO sea declarado como con «grandes daños».

Es lógico: la diferencia entre ser o no ser considerado como con «grandes daños», para la compañía supone pasar de NO PAGAR nada, a PAGAR MUCHO, es decir, que no hay término medio, o un posible pacto donde más o menos ambas partes salgan beneficiadas.

Ejemplo: Para considerar un vehículo como con «grandes daños», el valor de reparación debe superar 10.000 euros. En el caso de que el valor de reparación alcance sólo 9.999 euros, el vehículo no es considerado como con «grandes daños», o lo que es lo mismo, el usuario no percibirá nada, y deberá pagar la reparación por su cuenta (esos 10.000 euros).

Conclusión: No se recomienda la contratación de esta cobertura, pues para ello es preferible una cobertura de daños propios pero con una franquicia elevada.

DAÑOS PROPIOS

La contratación de esta cobertura es muy cara, pero aún así, podría ser aconsejable en los siguientes casos:

• Para vehículos nuevos, o como mucho, dos/tres años.
• Para personas a las que su coche les sea imprescindible en su vida laboral/particular y no dispongan de medios para adquirir otro vehículo en caso de siniestro total. Aunque un concepto entra en contradicción con el otro, es decir, si no se dispone de medios para comprar un vehículo, puede que tampoco se tengan medios para pagar un seguro tan caro.
• Personas «conflictivas» que normalmente hacen uso de la cobertura de daños propios porque suelen tener bastantes accidentes. Aunque ello también supondrá un valor excesivo, ya que dichas personas no poseen bonificación.

Nota: Es totalmente recomendable asegurar los accesorios no de serie, ya que su seguro cuesta poco respecto al precio del seguro del resto del vehículo, y sobre todo, respecto a la tranquilidad que ofrecen, ya que es habitual que a dichos accesorios se les tenga especial apego (llantas, radiocassette), y no es lo mismo cobrar la indemnización para comprar un coche con climatizador que sin el.

Conclusión: Tampoco se recomienda la contratación de esta cobertura, salvo para vehículos nuevos y personas que le sea preciso el vehículo. O bien para conductores que suelen tener bastantes accidentes.

Aclaración: Lo que no cubre

Queremos concluir este apartado con la indicación de lo que NUNCA va a cubrir esta cobertura.

Muchas veces se piensa que por tener contratado «daños propios» se genera el derecho a que arreglen el coche por todos los conceptos, desde los desperfectos originados en un accidente, hasta incluso que se gripe el motor. Y esto es debido fundamentalmente porque al contratar esta cobertura las compañías nos lo adornan con la bonitas palabras de «Ha contratado usted un seguro a TODO RIESGO».

Bien, pues nada más lejos de la realidad. Las averías del vehículo que NO han sido causadas por un accidente, NUNCA se cubren.

Ejemplo: Se supone que se gripa el motor en plena conducción, y como consecuencia de ello ocurre un accidente y el coche precisa una buena reparación de chapa y pintura.

En este caso, SI se tiene derecho a la reparación del vehículo, ya que el daño causado en el coche ha sido por un accidente, y no hay tercero culpable.

Sin embargo, si en ese mismo caso, el conductor consigue controlar el vehículo y no sucede el accidente, entonces los únicos daños son el gripaje del motor, en tal caso, la reparación del mismo será por cuenta del usuario, ya que el daño sufrido NO ha sido por causa de un accidente.

La peor de las coberturas

Es una opinión personal de esta página, pero probablemente ésta es la peor de las coberturas que se pueden contratar, ya que es muy cara, excesivamente cara para la indemnización que se puede obtener normalmente a cambio.

Por ejemplo, es más cara que contratar la Responsabilidad Civil Obligatoria, y sin embargo, con ella el usuario se libra de pagar indemnizaciones incluso de cientos de euros, mientras que con los daños propios como máximo conseguirá el valor del vehículo (en el mejor de los casos).

Es muchísimo más cara que la cobertura de robo o de incendio, y sin embargo, como máximo se podrá conseguir lo mismo que con estas dos coberturas, es decir, que en caso de robo del coche, o que se incendie totalmente, que sería lo mismo que tener «siniestro total».

Pero si todo esto es poco, aún es más relevante que esta cobertura es infinitamente más cara que el seguro del conductor, y en cambio, mientras que una cobertura se preocupa de la vida del asegurado (que es mucho más importante) la otra se ocupa de un bien material, que muchas veces casi ni llega a la indemnización que corresponde al seguro del conductor.

Sin embargo, después de todo lo dicho, es la cobertura que TODO EL MUNDO quiere o desea tener. Y esto no es por otra cosa que porque las compañías la venden con su marketing, y al que la tenga contratada le dicen «Enhorabuena, tiene usted un seguro a TODO RIESGO», cosa que no es del todo cierto. Y sobre todo por dos razones económicas de cara a las compañías:

• Cobran muchísimo por ella
• A ellos les resulta barata de mantener, sobre todo si la comparamos con las indemnizaciones por daños a terceros, sobre todo cuando hay daños físicos de por medio.

En opinión de esta página, esta cobertura debe ser contratada en el último de los casos, ya que la relación calidad/precio es la peor de todas las coberturas.

Autor: Otros
Noticias variadas de fuentes diversas, relacionadas con tráfico o seguridad vial, se cita enlace a noticia original.

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