Las causas de los accidentes son diversas, pudiendo estar relacionadas con el vehículo, con las condiciones climatológicas o por el denominado “error humano”: la fatiga, somnolencia, la inexperiencia, un momento de distracción, los comportamientos arriesgados al volante,pero también el estado de salud del conductor, la ingestión de alcohol, drogas ilícitas y algunos medicamentos.
En España, en torno a un 5% de los accidentes de tráfico, están relacionados con los medicamentos y, en la mayoría de los casos, el paciente desconoce el efecto del medicamento en la capacidad de conducción.
Algunos medicamentos pueden incidir sobre la capacidad de conducir; algunos analgésicos, tranquilizantes o antialérgicos, provocando somnolencia, disminución de la atención, mareo, etc., pudiendo verse incrementado el riesgo de que ocurra un accidente de tráfico.
Para prevenirlo se recomienda
1. Utilizar los medicamentos siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario.
2. Leer el prospecto y consultar al farmacéutico para conocer el efecto de los medicamentos sobre la conducción.
3. Evitar conducir al inicio de un tratamiento que potencialmente pueda disminuir reflejos o capacidad visual.
4. Tener especial precaución a la hora de la administración conjunta de varios medicamentos, situación muy habitual en la práctica clínica diaria, ante la posibilidad de interacciones entre los mismos.
5. En cualquier caso, no se debe consumir alcohol si se va a coger el coche. Hay que hacer especial énfasis en la peligrosidad de este hecho si además se están tomando medicamentos.
Cada caso debe ser valorado individualmente. Un mismo medicamento podría no afectar a una persona y sí hacerlo de forma significativa a otra. Aun más, un medicamento podría afectar de forma diversa a la misma persona, en dos momentos diferentes, es por ejemplo el caso de los ancianos, que parece, dadas sus limitaciones fisiológicas, complicadas por la menor capacidad de eliminación de los medicamentos.
Como norma general, el conductor debe encontrarse bien física y mentalmente para ponerse al volante: dormir las horas necesarias antes del viaje, evitar las comidas copiosas si se va a conducir, ya que favorecen la aparición de somnolencia…
En resumen, cada persona es un mundo y todos deberíamos tener SENTIDO COMUN para saber cuando somos aptos y cuando no lo somos, sin tener el estado que recurrir a medidas represivas de niveles fascistas.
…Pero… existe el SENTIDO COMUN… esa es la cuestión…