Los medicamentos son capaces de interaccionar entre sí pero también con otras sustancias como puede ser el alcohol, produciendo efectos que alteren la capacidad para conducir vehículos de forma negativa.
Este tipo de interacción con el alcohol puede resultar muy común cuando existe ingesta de bebidas alcohólicas combinada con un tratamiento farmacológico con fármacos con efectos depresores sobre el Sistema Nervioso Central (SNC): antipsicóticos, antidepresivos (tricíclicos y relacionados), antiepilépticos, ansiolíticos e hipnóticos, ciertos analgésicos (opiáceos), etc. De esta manera, puede darse el caso de que los efectos de niveles de alcohol que se encuentran dentro del rango legamente aceptado, podrían, en presencia de esta clase de principios activos, ser equivalentes a los efectos producidos por niveles de alcohol por encima de los límites establecidos con el consecuente riesgo por el resultado negativo sobre la capacidad de conducción del sujeto que generan.
No hay que olvidar, que el alcohol además puede interaccionar con otros medicamentos produciendo una alteración de sus efectos terapéuticos, como puede ser el caso de la ingesta concomitante de alcohol junto con determinados antihipertensivos que llevaría a producir un aumento perjudicial del efecto hipotensor, o por ejemplo, el aumento del efecto hipoglucemiante en el caso de estar bajo tratamiento con antidiabéticos orales.
Por último, cabe destacar una última posibilidad de interacción del alcohol con ciertos fármacos (determinados antibióticos: cefamandol, metronidazol) capaces de originar reacciones conocidas como de tipo “Disulfiram” o “Antabus” caracterizadas por un conjunto de signos tales como: taquicardia, dificultad respiratoria, mareo, hipotensión, vómitos, etc.
Así pues, si usted se encuentra bajo tratamiento farmacológico, especialmente de una forma crónica, no dude en consultar a un profesional sanitario la posibilidad de sufrir interacciones con el alcohol que puedan afectar a su capacidad de conducción de forma deletérea.
Aparte de que muchos de los antiestaminicos (para las alergias) tambien dan sueño. Lo mejor es decir a tu medico que te de algun medicamento que te permita conducir… y hacer caso al medico y leer lo que pone, que hay mucho cazurro.
Sí asi es, más que consultar al médico que es el que diagnostica y prescribe podemos consultar al especialista del medicamento que es el farmacéutico.
Como dices con los antihistamínicos (tiene entre sus efectos secundarios un efecto depresor del SNC) mucho cuidado si no se esta habituado, la recomendación es que en las primeras tomas no se conduzca para ver el grado de alteración de la percepción que puede ser muy distinto de unos individuos a otros, y por supuesto, nunca mezcla con alcohol ya que el coctel podría ser mortal.
Saludos.
Me da a mi que el alcohol esta demasiado dentro de nuestra sociedad… yo actualmente no puedo beber alcohol por problemas hepaticos y todos me dicen que beba ke por un poco no pasa nada 🙄 curioso el mundo en el que vivimos …. y lo mismo pasa con muchas mas cosas… al menos con que alguno te haga caso ya sera bastante.