Pablo y Laura son una pareja de recién casados que, como otras miles de parejas en España, tienen la costumbre de disfrutar los domingos en compañía de sus hermanos, cuñados y sobrinos. A la cita suelen acudir cada uno en su automóvil. Sin embargo, durante el último fin de semana tuvieron un percance que les agrió la cita semanal. En un parón de una caravana Pablo no pudo detener a tiempo su coche y colisionó con el de su cuñado que circulaba delante de él.
La sorpresa fue que cuando Pablo dio el parte a su compañía de seguros le dijeron que tendría que pagar de su bolsillo el arreglo de los daños causados a su cuñado, ya que su póliza excluye esta eventualidad cuando se trata de “daños a familiares”.
Evidentemente este percance no ha hecho desistir a Pablo y a Laura de disfrutar con su familia sus citas dominicales, pero sí les ha enseñado que nunca deben circular detrás del automóvil de un familiar.
Lo que dice la Ley
El seguro de suscripción obligatoria no cubre los daños materiales causados a los bienes
propiedad de los propios asegurados, así como los de su cónyuge o los parientes hasta el tercer grado de consanguinidad o afinidad.
Es decir, que las compañías no van a pagar los daños que se causen a los vehículos propiedad de nuestros hijos, hermanos, padres, nietos, tíos, cuñados e incluso de los yernos.
Respecto de las lesiones que pudiéramos causar a estas personas la ley no prevé ninguna exclusión y, por tanto, las compañías si deben pagar las correspondientes indemnizaciones.
Un ejemplo del pago de justos por pecadores. Esta medida estaba pensada para los «listillos» que, teniendo coche a terceros le decian «al cuñao» que si lo tenia a todo riesgo «dame un porrazo y así lo arreglo por la patilla».
Está claro que, cuando tenenos una sociedad que solo piensa en como «sacar tajá» de la manera más pícara, al final, el bienpensado, el que de verdad necesita echar mano del seguro porque, como en este caso, el accidente si ha sido un accidente y no la «Listada» de uno, pues se encuentra indefenso.
En fin, justos por pecadores… como siempre.
http://www.lacasadelarcerojo.wordpress.com
Lo que digo a menudo, Perico, en un país de catetos, listillos, ladrones, insolidarios y sinvergüenzas nos hallamos. ¡Qué asco!. Con toda lógica fué aquí donde nació la novela picaresca.