El Juzgado de lo Penal nº1 de Pamplona ha absuelto a un conductor drogado, al no poderse probar que la sustancia encontrada en su sangre, ketamina, fuera la causa de los síntomas que presentaba y al no haber sido reconocido por un médico sino por un enfermero en el momento de la realización de las pruebas.
Los hechos ahora juzgados ocurrieron el 14 de marzo de 2009, cuando agentes de la Policía Municipal de Pamplona
observaron como un vehículo realizaba una maniobra de marcha atrás ayudado por las indicaciones de otra persona.
Esta circunstancia levantó las sospechas de los agentes quienes sometieron al conductor a las pruebas de alcoholemia en las que arrojó un resultado inferior al límite legal. Ante la sospecha de que podía haber ingerido drogas, el joven fue trasladado al Hospital de Navarra, donde le extrajeron una muestra de sangre en la que se detectó la presencia de ketamina en una cantidad de 0,10 miligramos/litro.
Según la sentencia, conforme a la normativa reguladora de la seguridad vial, las pruebas a las que debe ser sometido el
conductor cuando se trate de drogas tóxicas, son, en primer lugar, un reconocimiento médico y, en segundo, los análisis clínicos que los facultativos estimen adecuados y según el juez, «en ningún momento un médico reconoció al acusado».
Por otra parte, la sentencia concluye que tampoco existía un informe pericial que indicara que la sustancia encontrada en la sangre del conductor era la causa de los síntomas que, conforme a la declaración de los funcionarios policiales, presentaba el acusado.