Valoración, por un ciudadano cuarentón, de las respuestas y soluciones que la DGT ha dado a algunos de los problemas y carencias importantes de los conductores y/o la circulación de este país durante los últimos años. Expongo una serie de problemas a modo de ejemplo. Dichos problemas no están ordenados por nivel de importancia, si no que los comento por el orden en que me han venido a la cabeza.
Problema nº1: Negligencia enorme (y ascendente) en cuanto al desuso de los intermitentes por un elevado nº de conductores
¿Qué ha hecho la DGT al respecto durante estos últimos años?… ¿Prevenir?, ¿informar? (con un triste tríptico informativo), ¿obligar a cumplir esta normativa?, ¿ tal vez sancionar?… Que yo sepa, NADA, ¡NADA DE NADA!, eso si, se ha preocupado de instalar rádares para sacarnos el dinero con la excusa de: “por nuestra seguridad”.
Problema nº2: Cambios de carril inadecuados (en momentos peligrosos) y muy a menudo sin señalizar con el intermitente (problema anterior que se suma) por parte de algunos conductores que lo hacen COMO NORMA (no como un error puntual, ojo), con el consiguiente peligro que todo ello genera.
¿Respuesta de la DGT?… Que yo sepa, NINGUNA. ¿Solución de la DGT?… Si ya no hay respuesta, menos aún tienen la solución. A esperar tiempos mejores, pero mientras tanto la DGT continúa “plantando rádares como setas”.
Problema nº 3: Escaso o nulo mantenimiento de los aspectos de seguridad del vehículo por un gran número de conductores; Neumáticos en mal estado, frenos que no son seguros, etc.
¿Qué hace la DGT al respecto?… Continuar con la infestación de rádares, hasta hace escasamente 4 días en que dijo que “iba a MULTAR (no prevenir y luego multar, eso no) los neumáticos en mal estado”. Hasta entonces, NADA.
Pero ojo, SEGURO que se lo chivo alguien (lo de los neumáticos), porque ellos son incapaces de enterarse por si mismos, de verdad lo digo.
Problema nº 4: Conductores que NO reúnen las cualidades físicas (o psíquicas) mínimas exigibles para conducir, pero que a pesar de ello ¡han obtenido la licencia! (ejemplo: cegatos/as al volante, que no se sabe ni si reconocen el color de los semáforos)
Y… ¿Qué hace al respecto la DGT?… NADA, como de costumbre. Ni se había enterado o, posiblemente, y lo que es peor, no se quería enterar. Hasta que no se empieza a denunciar el caso de los “certificados médicos regalo» por parte de los “PaPus” (o de algún cuarentón quien sabe), a instalar rádares y seguir con la cantinela de: “ la culpa de todo la tiene el exceso de velocidad”.
Problema nº 5: La existencia de muchos cenutrios conduciendo todo-terrenos u otros coches de gran cilindrada que no respetan las normas ni a casi nadie alegando en su interior: “es la ley del más fuerte”.
¿Qué hace la DGT?… NADA. A ellos, ¡ni pum!, que muchos de los que conducen esos vehículos deben ser politicastros como ellos mismos.
A seguir con los rádares y… «no corra» o “es todo por su seguridad”.
Problema nº 6: Mamarrachos y mamarrachas que ni saben ni aprenderán ya (en su puta vida) a aparcar, y le destrozan a uno medio coche al tratar de hacerlo, pero luego (y es por ello que digo mamarrachos) no dejan ni la triste «nota de la vergüenza», porque no tienen tampoco, y porque el seguro les descuenta 5 cochinos euros en la siguiente factura. Por cierto que estos de los seguros si que se lo han montado bien con ese TIMO AL PRÓJIMO (que somos todos) de: «si no hace Ud. partes le mantenemos o le rebajamos el precio del seguro». ¿Quién es el perjudicado de todo ello?… Es Ud. mismo, aquel al que le han golpeado o destrozado partes de su vehículo sin darle ni tan siquiera la más mínima explicación.
¿Y la DGT qué responde?… NADA, no se van a molestar ni en aconsejar siquiera al infractor que se identifique a la parte perjudicada, porque como “ellos” deben tener su vehículo oficial a todo riesgo y casi siempre en garaje o vigilado, pues le importa tres pepinos que se lo rompan o abollen al resto. “¡A instalar rádares!”
Problema nº 7: Distancias de seguridad que no se respetan entre turismos ni entre camiones (doblemente peligroso por el volumen que tienen, y por la dificultad de adelantarlos en carretera o rebasarlos en autopista).
¿Y la DGT qué dice?… “¡Uy!, esto es muy difícil de prevenir o evitar. Instalemos más rádares.”
Problema nº 8: Conductores y conductoras que circulan por los carriles digamos «rápidos», o por carriles normales a velocidades anormalmente reducidas, o más propias de «la tortuga coja» que de un “buen conductor”, entorpeciendo a menudo el tráfico, o el pase de vehículos que circulan a velocidad superior, y obligando a estos últimos a veces a «acosarlos», haciéndoles “luces” para que los dejen pasar, o sencillamente a aguantar al pesado que ni tan siquiera se percata de que tiene detrás una auténtica procesión de vehículos porque no se acuerda ni de mirar por su retrovisor.
¿Y qué hace la DGT?… NADA, porque esto último si que les interesa (creo) y,… «¡qué se jodan si quieren ir más rápido!”, ya que su casi única consigna es: “no corra”.
Y luego nos dicen también: «circule por la derecha». Pero la mayoría de la gente no quiere o no puede, por el peligro de la infección de camiones en algunas autopistas como la AP-7 (Cataluña), de tal manera que ya no sabe uno ni donde meterse en el autopista (debo aclarar que este es un caso extremo de gran intensidad de tráfico): por la derecha uno o dos carriles atestados de camiones circulando a paso “de caracol” + el peligro añadido de las incorporaciones. Por el centro los cenutrios de turno que no salen de allí para nada (aunque vean acercarse al “Titanic” por el retrovisor), entorpeciendo a menudo el paso de vehículos que circulan más rápidamente (o a velocidades intermedias) , y por la izquierda a menudo una procesión de coches, que parecen todos tratar de rebasar al resto (que circulan por los otros carriles), pero a velocidades de lo más dispar, hasta que el menos rápido consigue formar en poco tiempo una procesión tras de si.
Problema nº 9: Sobre el desconocimiento o negligencia por parte de muchísimos conductores sobre cómo se ha de circular en la entrada, interior, y abandono de las rotondas. Una auténtica vergüenza es este asunto: ni se respeta la prioridad, ni se sabe uno colocar adecuadamente cuando se ha de abandonar la rotonda, ni ¡por supuesto!, se indica la intención de abandonar la rotonda con el uso debido y OBLIGADO del intermitente derecho.
¿Solución (o al menos respuesta) a este problema por parte de la DGT?… NADA, “NA DE NA”. Ellos a seguir sembrando rádares por las carreteras, autovías y autopistas de nuestro país, para paliar así el enorme déficit económico que nuestros propios politicastros están propiciando sin cesar.
Problema nº 10: Las distracciones del conductor, que son probablemente la causa más importantes de accidentes en la mayoría de países digamos “civilizados”: hablar por el móvil, girarse el conductor para hablar con alguien, desviar este la atención de la carretera (por cualquier causa), DORMIRSE incluso mientras está conduciendo…
¿Qué nos cuenta la DGT sobre este problema?… Hasta hace poco o no quería enterarse o sencillamente, NO SE ENTERABA. Seguía con la misma cantinela de siempre: “no corra” y, “por su seguridad”. Como mucho añadía: “descanse cada 2 horas 1, y tómese un café o una coca-cola. Más tarde, hace escasamente unos meses, comenzó a darse cuenta de los muchos accidentes que se producen por estas razones, incluida la somnolencia o aburrimiento si se me permite decirlo así, del conductor.
¿Y qué ha hecho al respecto?… En mi humilde opinión, una nueva salida hacia delante; “no corra”, “no se duerma”, “por su seguridad”. Bien es cierto que continúa (imagino) controlando los tacógrafos de los camiones, como también es cierto que da algún consejo sabio por sus paneles informativos de las autopistas como “no utilice el teléfono móvil”. Pero, ¿es esto suficiente para evitar más muertes por distracciones y somnolencia?… Bien seguro que NO.
Problema nº 11: Sobre el parece ser, ENORME número de conductores que circulan sin la debida licencia de conducir y/o sin el debido seguro obligatorio. Y este si es desde mi punto de vista, y desde el de cualquier persona que tenga un mínimo de sentido común un problema GRAVE, que merece una prioridad importante e inmediata.
¿Qué hace al respecto la DGT?… La verdad es que no lo sé con certeza, pero si tenemos en cuenta las prioridades de la DGT durante los últimos años, debemos suponer que está realizando una labor más bien deficiente en este sentido. Yo, la verdad, preferiría que se realizasen a menudo controles policiales para erradicar esta lacra de indocumentados en nuestras carreteras nacionales, que el observar como día si, día también, nuestros responsables y cuerpos policiales de tráfico se obsesionan con un solo asunto básico como es la velocidad.
Problema nº 12: La velocidad inadecuada, ya sea por exceso o por defecto.
¿Respuesta y solución de la DGT?… Este ha sido prácticamente el ÚNICO asunto sobre el que se ha “centrado” con especial fuerza durante los últimos años. Ha sido su “plato fuerte”. Se ha dedicado a tratar de concienciar a todos los conductores, utilizando casi todos los medios disponibles, del peligro que representa una velocidad digamos, elevada, excesiva, (de la anormalmente reducida no se ha preocupado lo más mínimo entiendo yo). Se ha dejado la piel y el dinero proveniente de todos los ciudadanos en la instalación progresiva de rádares y más rádares (ya sean fijos, móviles, instalados incluso en algún que otro helicóptero), en los nuevos medidores de tramo, y demás tecnología encaminada hacia un mismo y único objetivo: impedir que circulemos a una velocidad superior a la que ellos nos han fijado máxima. Y, ¿qué ha conseguido con todo ello?… En mi opinión bien poco. Las VERDADERAS estadísticas de siniestralidad en la carretera de estos últimos años algún día se sabrán, y podremos observar entonces, y solo entonces, que representan un SONADO FRACASO de toda esta política obsesiva, casi paranoica, de seguridad vial, encaminada ÚNICAMENTE -repito-, a no dejar conducir a la inmensa mayoría de conductores (los cuatro locos del volante no se deben incluir aquí) dentro de unos parámetros de velocidad que son fruto de la elección personal, de las cualidades físico-psíquicas del conductor, y de las características de su automóvil, y que no por ello han de estar reñidos en la mayoría de los casos, con asuntos tan importantes como son la seguridad y la responsabilidad. Debo remarcar una vez más que SOLO se han preocupado de controlar la velocidad que ellos han denominado excesiva, la otra cara de la velocidad inadecuada, que con toda seguridad, TAMBIEN PROVOCA ACCIDENTES, se la han pasado por el forro de sus caprichos.
Y es de esta única y absurda obsesión por inculcarnos a todos los conductores sus, en muchos casos demenciales y absurdos, nuevos límites de velocidad (Ej.80 máx. por un autovía con la excusa de unas “obras” que luego ¡no existen!) que entonces se percataron del enorme pastel monetario que suponía la instalación de rádares para perseguir y sancionar económicamente la mayoría de esos “terribles excesos de velocidad”, hasta el punto de INFECTAR cada día más de rádares nuestras carreteras nacionales, y haberse dejado prácticamente de banda el resto de problemas GRAVES de nuestra circulación y seguridad vial.
Problema nº etc.: (Ya me canso de escribir).
En fin que, ante los grandes problemas circulatorios o de desconocimiento de los peligros por un gran número de conductores, nuestra “gloriosa” Dirección Nacional de Tráfico solo se ha centrado durante los últimos tiempos, en la dificilísima tarea de instalar métodos disuasorios de todo tipo, destinados a evitar que “abusemos” los conductores del acelerador, y de paso, a sabiendas de que prácticamente todos ellos “abusan” del acelerador en multitud de ocasiones, se han dedicado también a sacar una nada despreciable cantidad de dinero extra para las maltrechas arcas del estado (los politicastros nacionales despilfarran sin cesar), o para “otros menesteres” que solo Dios conoce.
Moraleja
Que no padezcamos aún más accidentes, o de mayor gravedad en nuestras carreteras nacionales resulta, desde mi punto de vista, una prueba IRREFUTABLE de la existencia de Dios. A la DGT le debemos estar muy poco agradecidos en este sentido los españoles, ya que parece importarle, y de hecho le importa eso, ¡una mierda!, todo aquello que no sea SACARNOS EL DI-NE-RO €€€€€€€€ a los conductores a base de multas de velocidad.
El día que al Altísimo le de por hacer huelga de milagros, la sangre derramada en accidentes llegará ¡hasta las llantas de los vehículos! Aquel día, entonces, y solo entonces, la DGT y el resto de indocumentados, empezarán e comprender lo mal que se circula y lo mal que se conduce en este país de catetos e impresentables a mansalva. De conductores y conductoras que en muchos casos no son aptos para conducir ¡ni un triciclo!, que además tampoco quieren o se preocupan por aprender, mal adiestrados y peor asesorados por la DGT.
Muy buenas valoraciones, claras y sin lugar a dudas.
¿Contra el cansancio y el agobio? que nos dejen en paz… un viaje en un buen coche a 120 puede cansar al más pintado, y si hablamos de unos cientos de kilómetros la diferencia entre ir a 120 o 150 puede implicar más de una hora, y eso si que cansa, es la diferencia entre el viaje cansado y el viaje agotador, entre ir en cada tramo de la vía a la velocidad que esta pide y el ir aborregado en un monótono y continuo 120 que puede llegar a aburrir a las ovejas y ser causa de accidente por distracción.
Eso si, ya rápidamente nos están poniendo en los telediarios a 2 chavales que han pillado a 200 y a 220… Y yo me pregunto… ¿estos chavales iban haciendo el gilipollas y poniendo en peligro la seguridad vial? si es así no es por la velocidad, es por ir haciendo el gilipollas… y sino ¿que derecho tienen a llamarlos asesinos descerebrados? porque con ello se llama también asesinos descerebrados a los alemanes que van, asiduamente a esta velocidad.
En fin… solo se puede justificar la política de la DGT con una frase… «por nuestro dinero», lo demás… perder el tiempo.
Qué queremos de un país en el que hay gente, y mucha, empeñada en meter religión OBLIGATORIA en el sistema educativo y hacer de ello un motivo de lucha en trincheras, y esta misma gente ni siquiera se plantea la necesidad URGENTE de que la Educación Vial sea una asignatura obligatoria.
Y no me refiero a un Educación Vial que contenga sólo señalización y normas, sino que también:
– evaluación de capacidades propias y toma de decisiones (por ej.: hoy no puedo conducir)
– acercamiento y enseñanza de conducción en circuitos señalizados y con normas vigentes, con autos pequeños (tipo karts), para así adquirir unas destrezas y evitar que la 1ª vez que se pongan al volante sea a los 25 años (hay demasiada gente inútil por falta de adiestramiento)
– conocimientos sobre partes del automóvil desde el punto de vista prioritario-funcional, que nos hagan adquirir conciencia de que es más importante tener los neumáticos en buen estado a que el coche esté limpio, o que es importante hacer mirar las zapatas de los frenos de vez en cuando, o saber por qué es malo ir tirando ese humo negro por el tubo de escape.
Si todo esto lo inculcáramos OBLIGATORIAMENTE en el «cole», desde pequeños, sería prácticamente innecesaria a Policía de Trafico y resto de parafernalias.
Lo que sucede es que esto es un sueño, no por imposible de realizar (de hecho es my fácil), sino que por la cantidad de intereses sobre todo económicos, que giran en torno al GRAN NEGOCIO PRIVADO del volante y los accidentes. Aunque las arcas públicas notarían un gran alivio a medio plazo, pero el interés que prevalece no es el INTERES PÚBLICO.
Esto se debiera plantear así (estoy soñando) por la sencilla razón de que más del 90% de la población tendrá capacidad y posibilidad de conducir desde práticamente ya. Y esto es de Interés General, porque es un Problema General (nos atañe a todos).
Mientras tanto, tenemos que ir sorteando obstáculos por la carretera y poniendo remedios para que no nos «caze» el enemigo. ¡Que jodido es todo esto!. Suerte.
A mi me han parecido muy buenas las reflexiones escritas del compañero Esteban……el problema de todo esto radica en que una gran parte de estos conductores que quedan reflejados en el escrito, estoy convencido que si les preguntamos en 1ª persona nos responderian que es verdad y que eso no va con ellos porque siempre cumplen el código a rajatabla…..y no es que mientan voluntariamente, simplemente no tienen la conciencia de las normas de circulación.
En los ultimos 20 años nunca me he encontrado con conocidos que al explicar cualquier incidente ó accidente sufrido, me lo han planteado con que el culpable siempre ha sido el otro, nunca jamás en estos ultimos años nadie ha admitido su culpa.
Por lo que esos detalles me hacen pensar que los procedimientos que se siguen en la concesión de licencias de conductor, son meros trámites administrativos similares a las Bulas Religiosas, que con dinero se te concede el privilegio de conducir un automóvil, y de paso con el tiempo ya se le expoliara a ese conductor sus bienes por medio de las multas venideras…..es lo mismo si son bien puestas ó inventadas.
Yo firmaria ahora mismo, si me garantizaran que en el ingreso en las Academias de Policias se pasan unos filtros con niveles extrasuperiores en psicología, digo que firmaria si en lugar de radares aumentaran el parque de vehículos camuflados en 14 veces de los que hay ahora mismo, ya que en las carreteras se esta conviviendo entre personas de bien y con Sentido Común, con verdaderos psicópatas que merecen ser retirados de la circulación……y aquí que cada uno interpréte lo que le parezca, y lo grave de esto es que esos espécimenes psicópatas se encuentran repartidos entre los propios usuarios conductores como en los integrantes de las Policias.
Por otra parte ya expuse hace un tiempo una reflexión mía de como veía el téma de la conducción en general y en dos épocas diferentes, si alguien de aquí a pocos años puede resaltar la 3ª época, creo sinceramente que va a ser clavada a las situaciones del film «Mad Max».
Saludos…..solo a las personas de bien
A estos conductores ni el precio del combustible los disuade de sentarse frente al volante
José, el precio del combustible disuade a aquel que coge el coche por divertimento, para salir de paseo o por vagancia de no coger el medio de transporte público.
Sin embargo los que tenemos que coger el coche por cojones, está claro que no nos va a disuadir, es más, nos encabronará que la gasolina suba y suba y todo sea impuestos y más impuestos.
Gracias a todos, amigos, por vuestros comentarios. La verdad, yo considero que esto que expongo ES la realidad. Y no soy el único. Como ejemplos ilustrativos de que lo que cuento en mi artículo es bien cierto, os expongo dos sucesos de los que HOY MISMO (casualidades) he sido testigo:
El 1º en la AP-7 por la tarde, al regresar del trabajo, donde un auténtico «orangután» de tez algo oscura y amarillenta (no por racismo sinó porque en este caso era así) conducía por el carril izquierdo y hablando con un móvil una furgoneta a 80 km./h. en un lugar donde se puede (está permitido) circular a 100 y entorpecía todo el paso de vehículos que hartos lo empezaron a adelantar por la derecha. Yo que lo tenía delante, también acabé haciéndo lo propio, y es entonces cuando ví a este y a otro «orangután» igual que él en la cabina, pasando del tema (a pesar de los bocinazos) como lo que son (la cara es a veces el espejo del alma): unos catetos, pasotas y mamarrachos de mierda, y lo son AMBOS porque parecían gemelos, idénticos, y SEGURO que podías cambiarlos de lugar (el que conducía a copiloto y el copiloto conduciendo) y la situación habría sido exactamente LA MISMA, porque donde no hay cultura ni conocimiento, ni educación ni «na de na», pués esto que narro es lo que hay.
El 2º después de aparcar cerca de mi casa, cuando veo a una chica maniobrando y tratando de sacar un vehículo de un garaje en posición «de culo». La veía muy cerca de otro vehículo que estaba aparcado allí, y es que posiblemente no había maniobrado de la forma más adecuada (torciendo y no en línea recta). Tal vez la debería haber tratado de ayudar, supongo que no hacerlo fué mi error y mala acción del día. Ahora me arrepiento, pero como cada día me vuelvo más antisocial debí pensar «ya se apañará» y… «a que le dá». Y ya podeís imaginar lo que oí cuando estaba abriendo el buzón de mi casa: ¡Crak!.
El retrovisor del coche aparcado roto.
El resto ya lo dejo estar porque no viene a cuento.
En fín, que lo dicho lo mantengo.
No se está haciendo practicamente NADA para paliar esta situacíon de cáos y desconocimiento en nuestras carreteras. Y para lo demás… (mentiras de la DGT), ¡AGUARRÁS!.
Saludos a todos.