Con un 1,69% de concurrencia de velocidad excesiva en los accidentes, Pere Navarro pide más radares

En 2009, según los datos del Anuario Estadístico de Accidentes que acaba de publicar la DGT (casi un año después del cierre del ejercicio), el factor concurrente “velocidad excesiva” estuvo presente en sólo un 1,69% por ciento de los casos. El dato está elaborado por los subordinados de Pere Navarro, desautorizados de nuevo por el catalán, al volver a la carga con el mantra de “la velocidad es la asignatura pendiente”. ¿La solución? ¡¡Más radares!!

Si la asignatura pendiente de los conductores españoles es la velocidad, como afirma Pere Navarro, yo le digo que la suya, aunque sea por una vez, es decir la verdad.

Muchos nos lo temíamos. Cual conspiración judeo masónica culpable de cada mal que afligía a los españoles en tiempos de Franco, el inefable Navarro, que habla como si todo esto fuera un bussiness plan, no ha tardado en encontrar un culpable al repunte de la siniestralidad en los últimos meses. Ni una palabra sobre cuál puede ser la causa, –apenas un puñado de vagudades– ni una explicación a los españoles, como si los muertos se le amontonaran fastidiosamente en la mesa para estropearle la carrera política. No. Sólo existe la mentira mil veces repetida, la “velocidad mata”, de nuevo, con su consabido corolario: hay que poner más radares.

Y he aquí el grandísimo argumento que maneja Navarro para persistir en la necesidad de más radares, leído hoy en un teletipo de Europa Press: “al final, la velocidad está detrás de todo». Toma nísperos, ¿me lo dices o me lo cuentas? Y dice también que “tenemos 500 fallecidos por salida de la vía, la salida de la vía es exceso de velocidad, aunque puede haber una distracción”. Vamos que nos vamos: o sea que la salida de vía es, por sí misma, un exceso de velocidad, siendo la distracción un elemento de cuarto orden sin duda irrelevante a la hora de encontrar la causa del siniestro. Hombre, sí, si tenemos en cuenta que el coche no se sale de la vía si se queda guardadito en el garaje. Y apurando el argumento de que el cuerpo humano no puede soportar velocidades superiores a 10 km por hora en un golpe, toda velocidad es “exceso de velocidad”. Y, por ello, hay que poner más radares que sigan sangrando al sufrido conductor. Creo que deberíamos empezar por decir qué es el exceso de velocidad: es superar la velocidad permitida. Nada más.

Y ahora veamos cuál es realmente el peso del “exceso de velocidad” en la siniestralidad. Resulta que el factor concurrente “exceso de velocidad” estuvo presente en 2009 en sólo el 1,69% de los accidente en carretera con víctimas, frente a un 19,83% de distracciones, un 3,75% por no mantener la distancia de seguridad, o el 2,28% de saltarse una señal de STOP.

Luego está la cosa de la velocidad inadecuada, cuyo concepto es totalmente antagónico (sí, lo es) con el exceso de velocidad, ya que son conceptos excluyentes. Por eso, toda velocidad inadecuada es inferior al límite fijado por la vía (según el manual de investigación de accidentes que edita y vende la propia DGT en su página web). Pues la velocidad inadecuada (que siempre entra en juego, porque a ella se achaca, por definición, la concurrencia en cualquier accidente) estuvo presente en el 13% de los accidentes. ¿Justifica esto –el hecho de que uno de cada cinco accidentes se sabe que no han tenido exceso de velocidad, y apenas uno y medio de cada cien sí– llenar de radares las carreteras, y sobre todo aquellas más seguras?

Demos por ello un repaso a dónde nos matamos más los españoles y hagámonos cruces sobre si la función de los radares es preventiva o recaudatoria. Espero que esta tabla (sacada también del Anuario Estadístico de Accidentes de 2009) sea lo suficientemente elocuente. Expresa el número de muertos y heridos graves en función del tipo de vía, y su incidencia porcentual sobre el total:

MUERTOS      % DEL TOTAL        HG            % DEL TOTAL
AUTOPISTA    89    4,26    351    4,07
AUTOVIA    377    18,03    1.477    17,14
CARRETERA    1.625    77,71    6.787    78,78

O, en román paladino, que donde se producen apenas una quinta parte de los muertos es donde Pere seguirá sembrando radares; pero ¡ay amigo! es donde más deprisa se circula. Pero donde los fallecidos son legión, las carreteras convencionales, con más del 77% de las víctimas mortales, no. Ahí no. Ahí los radares no son rentables, Pere Navarro Dixit.

La velocidad es la asignatura pendiente, sí; la velocidad a la hora de dimitir, me temo.

PS. Me dejo para otra ocasión la política de radares en las ciudades, donde el factor concurrente «exceso de velocidad» reprsenta todo un 0,39% de los siniestros con víctimas.

Fuente: El AntiRadar

6 ideas en “Con un 1,69% de concurrencia de velocidad excesiva en los accidentes, Pere Navarro pide más radares

  1. Muy interesante artículo que vuelve otra vez a dejar a la DGT como a la SGAE, que por mucho que nos repitan su cansina canción su único fin es la recaudación pura y dura.

    Por cierto, desde aquí aprovecho para felicitar a El Antirradar y a pedirle permiso para hacer referencia de alguno de sus artículos en mi blog.

    Saludos.

  2. Yo tambien quiero felicitar a El Antiradar por este y otros muy buenos artículos que nos están haciendo llegar.
    Por lo demás, decir que la asignatura pendiente de muchos conductores españoles NO es la velocidad. ¡Mentira!. La asignatura pendiente es aprender a circular correctamente (en rotondas por ejemplo), usar los intermitentes, cambiar de carril cuando toca, evitar distraerse un solo instante mientras se conduce, velar por el mantenimiento y la seguridad de su vehículo, etc.
    Y repito que la DGT nos está engañando con esto: la realidad es que se ha olvidado por completo de todas esas GRAVES CARENCIAS de muchos conductores en nuestro país, y se ha agarrado exclusivamente al clavo ardiendo del exceso de velocidad. Se ha agarrado en definitiva a lo que resultaba más sencillo para tratar de controlarnos (y «recetarnos»)a todos. Se ha agarrado al clavo socialista del «vayan todos siempre como borregos, que así lo tendremos todo bajo control».
    Y luego estos (los socialistas) nos hablan de «libertad» y de otras quimeras que ni ellos mismos se creen, básicamente porque ya ni saben lo que significa. Allá por donde pasan (ya sea educación, empleo, economía familiar, tráfico, prensa, sindicalismo, justicia,…), lo dejan todo convertido en un solar.

    Pero volvamos a las carencias de los conductores en España. Y… ¿qué sucede luego, dada la falta de preocupación de la DGT en este sentido?…

    Pués que muchos de los accidentes (mortales o no) que se CONTINÚAN PRODUCIENDO son debidos a todo aquello de lo que se ha despreocupado la DGT: cambios de carril sin señalizar y/o en mal momento, distracciones de casi todo tipo por parte del conductor se entiende, desconocimiento de la normativa de circulación en rotondas (y en más lugares), aspectos de la seguridad del automóvil que no ayudan cuando más se necesitan, no saber adelantar a un vehículo correctamente en carretera, desconocimiento de la forma correcta de circular con lluvia, somnolencia, ceguera y/o sordera (no me río no), etc.
    Vamos que, los conductores se siguen dando porrazos igual o más que antes de los rádares.
    ¿Por qué?… Pués sencillamente porque en nuestro país -vuelvo a insistir- muchos conductores/as no saben, ¡ya no conducir!, no saben ni siquiera circular correctamente.
    ¿Lo entenderán Uds. algún día?…

    En resumidas cuentas: Cero «verdulero» a la gestión del Sr. Navarro al frente de la DGT. Y es que cuando NO hay: verdadera profesionalidad, credibilidad, conocimiento, inteligencia, interés en rectificar de los errores, adoctrinamiento AUTÉNTICO (no milongas)a los conductores españoles, sinó que por el contrario hay: un «apoltronado» político designado a dedo, desconocimiento, desinterés, falat de credibilidad, incapacidad, afán recaudatorio, una venda en los ojos, cabezonería, despotismo, pasotismo (en cuanto a esas graves carencias de un gran nº de conductores por ejemplo), etc., los resultados solo pueden ser los que cabría esperar; nefastos para la integridad del conductor, de su vehículo, y de su economía (excepto para millonarios).

    Saludos.

  3. YO voy por velocidad excesiva entiendo que es velocidad por exceso inadecuada a las circunstancias del momento, que puede ser mayor o menor del limite de velocidad generico de esa via………Vamos eso es lo que yo entiendo. p.e. ir a 100 en una autovia de 120 con una niebla que no se ve tres en un burro.

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