Ayer entró en vigor el nuevo límite de velocidad para el Estado norteamericano de Texas, que sube desde 80 a 85 mph, es decir, 137 km/h. La medida fue aprobada el pasado mes de abril, y se convierte en el Estado con límite de velocidad más alto.
La medida es parte de un gran paquete de medidas para mejorar la movilidad. Autoriza al Departamento de Transportes de Texas a aumentar el límites de velocidad en algunos tramos o en vías completas de autopista, después de haber realizado estudios específicos de ingeniería y tráfico. El Senado está considerando una medida similar, según informó la Cadena ABC.
“En Europa tienen autopistas con altos límites de velocidad, y se debería considerar hacer algo similar en Texas, dijo el republicano Lois Kolkrhorst, que defendió la aporbación de la medida. Hasta ayer, Texas tenía más de 520 millas de autopista interestatal donde la velocidad estaba limitada a 80 mph. La Interestatal 10, por ejemplo, “es la mejor carretera que se puede construir; es llana y tiene máxima visibilidad, carriles anchos y buenos arcenes”, dijo el senador Joe Pickett. “Para gente como nosotros que viaja largas distancias, será bueno” elevar los límites a 85 mph, dijo
Algunas aseguradores se oponen a la medida, alegando un posible aumento de la siniestralidad. “Obviamente, las dos cosas que matan más gente en nuestras autopistas son la velocidad y el alcohol; elevar el límite a 85, e incluso a 75 mph tendrá un dramático impacto en la tasa de muertos y heridos en aquellas autopistas donde se implante”, dijo Jerry Johns, portavoz del Suothwetern Insurance Information Service. Pese a ello, reconoció que los conductores ya exceden los límites de 70 mph en autopistas. “Pero 85 mph es simplemente demasiado rápido para esas carreteras, incluso con poco tráfico. Cualquier pequeño obstáculo puede causar un accidente a esa velocidad. Aún hay mucho tráfico en esas vías y conducir a 85 mph es simplemente absurdo”, dijo.
Son más o menos las predicciones apocalípticas que se realizaron en 1995, cuando una decisión del Congreso derogaba la Ley Federal que imponía en toda la nación un límite máximo de 55 mph. Lo hemos tratado profusamente en El Antirradar, en una serie de cuatro artículos publicados el año pasado:
Límites de velocidad en EEUU: los 6.400 muertos que nunca murieron.
Por qué la velocidad no mata (2ª parte).
La subida de límites de velocidad en EEUU: Los datos del descenso de siniestralidad (y 4).