Los niños de entre 4 y 16 años tienen asumido que sus padres no se concentran lo suficiente cuando se ponen al volante. Al menos así se desprende de un estudio realizado por la empresa de investigación de mercados OnePoll, contratada por Continental.
Según este informe, los niños apuntan que el 75% de los padres despotrica, el 54% grita y el 41% discute mientras conduce. Además, una quinta parte de los padres utiliza su móvil al volante. Pese a criticar a sus progenitores, el 98% de los chicos entrevistados está satisfecho con su estilo de conducción y el 94% se siente seguro cuando viaja en un coche conducido por ellos.
Aunque normalmente son las madres las que llevan a sus hijos a las actividades extraescolares, sólo el 39% de los niños prefiere la forma de conducir de éstas, mientras que el 49% elige el estilo del padre.
¿Quién corre más?
Los chicos confirman ciertos clichés en cuanto a velocidad se refiere ya que el 73% afirma que sus padres conducen más deprisa que sus madres y de forma más agresiva.