Parece que la llegada de las conexiones de datos a los móviles, a precios asequibles, dan la sensación de que han desplazado a las conexiones por wifi. Nada mas lejos de la realidad como podemos ver a continuación, ninguna conexión desplaza a la otra, el uso combinado de ambas es lo que sería la mejor opción como voy a tratar de demostrar en este experimento.
Empezamos por el resultado después de un mes de uso de exclusivamente una conexión de datos. El resultado de este mes ha sido el siguiente:
Se han consumido 4 GB de transferencia, unos 130MB al día, en 5 días ya se había agotado la velocidad máxima de conexión y se ha pasado a conectar a 128kbps. También ha habido cortes de conexión que aunque no han sido relevantes si que han sido un poco incordio.
En el segundo mes se ha procedido a configurar varias conexiones wifi para intentar cubrir la mayoría del tiempo de conexión a internet mediante wifi en los lugares que mas horas pasamos.
De esta forma el móvil pasaba a conectar vía wifi durante bastantes horas al día, dejando la conexión de datos solamente para cuando no se estuviera en esos sitios. Haciendo esto el resultado es evidente, no soló no se agotado la máxima velocidad de la conexión de datos sino que se ha conseguido poder mantener siempre una conexión a bastante velocidad, sea por wifi o datos.
Lo que se ha observado, puede ser que por culpa del teléfono, que en ocasiones pese a estar conectado a la red wifi se ha consumido trafico de datos. La red wifi se ha comprobado que ha estado siempre operativa incluso cuando se han producido esos consumos de datos.
La conclusión final de todo esto, es clara, ninguna conexión desbanca a la otra, sino que se complementan, se consigue un menor de uso de la conexión de datos, lo que repercute en menor carga a las operadoras de móvil, mejor servicio al resto de usuarios, y el beneficio de una mayor velocidad continuada de conexión, mas rápida, estable y sin cortes.