La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) y la Comisión Nacional de Energía (CNE) han solicitado ayer mismo al Gobierno que prohiba a los operadores mayoritarios de combustibles el que recomienden precios a sus distribuidores, de esta forma se lograría fomentar la competencia y abaratar los carburantes.
En los informes que se han enviado al Gobierno se solicita que se facilita la apertura de estaciones de servicio nuevas en hipermecados, centros comerciales o autopistas; ademas se pide que se reduzca la duración de los contratos de suministro que se realizan en exclusiva con los operadores principales del país.
La CNC considera lo evidente, es decir, que el nivel de competencia que hay en España en este sector es muy insuficiente; y mas aún cuando según los datos recibidos resulta que el margen de beneficios en la distribución de los carburantes ha aumentado un 20% entre el 2007 y el 2010.
Las recomendaciones de la CNC se orientan a que se favorezca la aparición de operadores alternativas a las tres grandes empresas que controlan principalmente el sector de los carburantes, es decir, Repsol, Cepsa y BP.
Las gasolineras independientes venden los carburantes aproximadamente entre 1,4 y 1,7 centimos mas baratos, esto sugiere una posible participación por parte de los operadores «de forma directa sobre la determinación de los precios finales en los puntos de venta de su red de distribución».
También se ha denunciado, por la CNC y CNE, las dificultades administrativas que existen para la apertura de neuvas gasolineras, algo «que retrasa y paraliza nuevas inversiones que podrían dinamizar el sector de la distribución de carburantes» y que se atribuye a los ayuntamientos.
