Los conductores que causen un fallecimiento en la vía por circular a velocidad excesiva, usar el teléfono móvil o estar bajo la influencia del alcohol y las drogas podrían ser condenados a cadena perpetua en el Reino Unido, según un proyecto de ley presentado por el gobierno.
Si esta propuesta prospera, la actual pena de 14 años de cárcel aumentaría hasta la de cadena perpetua, equiparándose con la de los acusados de homicidio involuntario.
Además el ejecutivo británico también propone que sea delito ocasionar lesiones graves por conducción distraída, con tres años de prisión de pena máxima.