Ocurrió en Ohio, un niño de 8 años que tenia ganas de comerse una hamburguesa, le pilla «prestada» la furgoneta a su padre y se la lleva, conduciendo el propio niño, para ir al McDonalds. El niño fue detenido por la policia y al menos no sufrió ningún percance durante el trayecto. A modo de acompañante el niño decidió llevarse a su hermana de 4 años, la niña iba sentada encima de una escopeta en el asiento del copiloto.
El recorrido fue de casi dos kilómetros y medio, y como buen conductor, el chaval respetó todas las normas de tráfico, semáforos en rojo y respetando todas las prioridades de paso, todo el trayecto correctisimo hasta llegar a su destino en el pueblo de East Palestine de Ohio donde estaba ubicado el McDonalds al que queria llegar.
El chaval detuvo su coche en la ventanilla del McAuto y los trabajadores del mismo pensaron que era una broma con cámara oculta. La policia, alertada por otros conductores, apareció en el lugar de los hechos en donde el niño se puso a llorar, no por creer que no podía conducir, si no por pensar que había cometido alguna infracción de tráfico.
Mientras los niños esperaban en comisaría a que vinieran a buscarles sus familiares, los agentes les suministraron hamburguesa, nuggets de pollo y patatas fritas. Los padres se limitaron a recoger a los niños y no han presentado cargos contra ellos.