El Ayuntamiento de Madrid ha formulado durante el primer semestre de este año, 1.471.719 denuncias por un valor económico de 149.439.270 euros, según el último informe realizado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), sobre las denuncias de tráfico formuladas en la capital. Ello significa que el consistorio madrileño ha seguido durante el primer semestre de este año un ritmo sancionador de 3 multas por minuto para un censo de 1.641.541 conductores.
El informe que hemos realizado señala que la mayoría de las infracciones cometidas en la ciudad de Madrid nada tienen que ver con la seguridad vial (velocidad, semáforos, alcohol y drogas, uso del teléfono, casco o cinturón), y sí con la movilidad, ya que el 55 por ciento de las denuncias formuladas (810.623 denuncias) se refieren a estacionamientos prohibidos.
Infracciones leves y sin puntos
Respecto a la gravedad de las infracciones, el 69,6% de las denuncias están calificadas como leves; el 30,07%, graves, y sólo el 0,34% están consideradas como muy graves (siendo el alcohol y las drogas la infracción prevalente en este grado máximo).
Además, los conductores madrileños apenas pierden puntos. Tan sólo el 4,2 % de las denuncias formuladas tiene pérdida de puntos. “Sin embargo, para AEA, a pesar de ser un porcentaje muy bajo llama la atención que más del 42% de este tipo de denuncias (26.669) conllevan la detracción de cuatro puntos”.
El foto-rojo hace perder puntos a los madrileños
AEA explica este fenómeno en la utilización por parte de las autoridades madrileñas del llamado sistema “foto-rojo” para captar las infracciones de semáforo (20.026 denuncias) que son sancionadas con multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos.
“Sanciones que -según recuerda AEA cada vez con mayor frecuencia están siendo anuladas por los tribunales de justicia porque, como denunciamos desde su implantación, ofrecen serias dudas jurídicas”.
VOLUMEN DESPROPORCIONADO DE DENUNCIAS
AEA considera desproporcionado este volumen de denuncias con el parque de vehículos que circula por Madrid y con el censo de conductores, lo que induce a sospechar que las multas de tráfico no están cumpliendo con una finalidad correctora de las conductas infractoras. En nuestra opinión, “el Ayuntamiento ha convertido las multas en un impuesto más y ha creado, bajo la bandera de la movilidad y la seguridad vial, una maquinaria sancionadora para nivelar los presupuestos municipales, ya que se imponen millones de denuncias para presupuestar unos ingresos que ni siquiera luego se consiguen cobrar”.