«A pesar de que se habla de recuperación económica, la gente trabajadora en muchos países grandes está aún peor que antes de la crisis y todavía están perdiendo», denuncia Esther Lynch, secretaria confederal de la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
Según el informe Benchmarking Working Europe 2018, que hizo publico ayer el Instituto Sindical Europeo, los trabajadores de nueve países de la Unión Europea siguen todavía ganando menos que antes de la crisis. Entre los estados donde aún no se han recuperado los sueldos de 2010 se encuentra España, junto a Italia, Reino Unido, Grecia, Bélgica, Portugal, Finlandia, Croacia y Chipre. En concreto, los trabajadores españoles han perdido un 4,4% de salario real (el que tiene en cuenta el coste de la vida) durante este periodo, según datos de febrero de este año.
Pérdida de poder adquisitivo
Los datos publicados el pasado viernes por el Instituto Nacional de Estadística, correspondientes a la Encuesta Trimestral de Coste Laboral, mostraban la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en España. Pese a que los sueldos se incrementaron medio punto a finales de 2017, esta subida no compensó el alza que experimentó el coste de vida. El IPC cerró el año pasado con un incremento del 1,1%, por lo que los sueldos perdieron seis décimas de poder adquisitivo.
La CES considera «esencial» un aumento de los salarios, y recuerda que instituciones como la Comisión Europea y el Banco Central Europeo han reclamado también un incremento salarial. «No sólo un aumento de salarios es necesario para la equidad social sino para impulsar el crecimiento y crear empleos de calidad», afirma Lynch.
En su opinión, ha llegado el momento de aplicar acciones mucho más enérgicas para promover aumentos salariales significativos y justos de la mejor manera posible, «en la negociación entre patronal y sindicatos».