El GLP o gas licuado del petróleo es el combustible ecológico más consumido del planeta con cerca de 25 millones de vehículos adaptados para su uso, casi la mitad de ellos en Europa. En España, sin embargo, su uso es mucho más reducido, a pesar de que cada vez más estaciones de servicio lo ofrecen en sus surtidores y la oferta de coches es cada vez mayor.
El GLP avanza poco a poco en España con una oferta cada vez más amplia de coches compatibles
y más estaciones de servicio que lo ofrecen en sus surtidores. El Gas Licuado de Petróleo (GLP), denominado coloquialmente autogás, es una mezcla de propano y butano que se almacena a elevada presión y alimenta el motor del coche.
¿Qué ventajas tiene?
Su principal ventaja es el coste por litro, que supone un ahorro medio del 30% con respecto al precio del litro del diésel y un 50% respecto al de la gasolina. Otra ventaja es que estos coches son siempre bifuel, es decir que pueden funcionar con dos tipos de combustibles, por lo que generalmente, la autonomía se duplica ya que si el vehículo detecta que se agota el gas, pasa automáticamente a utilizar el depósito de ga solina.
Además, los vehículos de GLP cuentan con el distintivo ECO de la DGT por sus casi nulas emisiones de
contaminantes, lo que contribuye a reducir la contaminación urbana, el efecto invernadero y los niveles de ruido en las ciudades. Algunos ayuntamientos, como el de Madrid, también conceden bonificaciones en el impuesto de circulación a estos vehículos.
¿E inconvenientes?
El principal inconveniente es el hecho de que las estaciones de servicio no tienen todas aún el GLP. De las más de 9.000 estaciones de servicio repartidas por España, sólo 600 abastecen con GLP. Además, cuando se convierte un coche de gasolina a GLP, el depósito se suele situar bajo el suelo del maetero, ocupando el hueco de la rueda de repuesto (sería necesario llevar un kit de reparación de pinchazos)
lo cual suele reducir el espacio de carga disponible y aumentar el peso total del vehículo.