El Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) se ha reunido los días 22 y 23 de marzo de forma telemática para abordar las distintas urgencias que la pandemia continúa provocando, el contexto político internacional y la nueva realidad económica que Europa está afrontando.
El Comité Ejecutivo, que ha contado con la participación del secretario general de USO, Joaquín Pérez, ha centrado buena parte de sus discusiones en los temas que actualmente se debaten en el seno de las instituciones europeas. Estos afectan a los trabajadores como son el derecho a la desconexión; la situación laboral de los trabajadores de plataformas digitales; la de los trabajadores migrantes, etc.
Además de estas nuevas regulaciones en el ámbito laboral, se ha tratado la actual situación que están viviendo los estados miembros por los efectos del covid-19.
Vacunas gratuitas y de libre acceso
Frente a la amenaza de una nueva ola de coronavirus que ya se está extendiendo por distintos países, la CES continúa presionando junto con la Confederación Sindical Internacional (CSI), para asegurar que las vacunas lleguen a la mayoría de la población en un periodo de tiempo razonablemente corto y de forma gratuita.
Sin embargo, esta necesidad de vacunar lo más rápido posible se topa con las patentes y los acuerdos sobre los derechos de propiedad intelectual que afectan a la comercialización de las vacunas. Desde la CES, se solicita que se deroguen estos acuerdos y que las vacunas puedan producirse en el seno de la UE.
Además de esto, también es necesario que se sigan prorrogando las medidas de sostenimiento del empleo hasta la recuperación de la economía, que probablemente no tenga lugar hasta el año que viene. Es imprescindible, y esto se viene demandando desde que se inició la crisis, que la cobertura de las ayudas se extienda a los trabajadores precarios, temporales, atípicos y migrantes.
Esta protección social que debe ir acompañada por unos Planes de Recuperación Nacionales que cuenten en su diseño con la interlocución de los sindicatos. En el caso de España, desde USO se reclama la ampliación del diálogo social para lograr una mayor pluralidad y representatividad de los trabajadores que se verán afectados por las políticas que se adopten.
Temor al endeudamiento
Otro aspecto que se ha abordado es el temor al endeudamiento por las posibilidad de exigencias de reformas en contraprestación. Actualmente, numerosos estados miembros no han hecho uso de los fondos asignados al mantenimiento del empleo -SURE-, ni se plantean utilizar los préstamos autorizados por los Fondos de Recuperación y Resiliencia, por el miedo a generar una deuda inasumible a largo plazo.
Para evitar estas trabas que afectan a la recuperación de los países, desde el sindicalismo europeo se lucha por aumentar los recursos propios de la UE, a través de una reforma de la política fiscal europea y la introducción de nuevos mecanismos fiscales como el impuesto sobre las transacciones financieras y los impuestos ambientales. Sobre este aspecto, la CES celebra la política monetaria expansionista del BCE y la decisión de la Comisión Europea de prorrogar la suspensión de las reglas fiscales ligadas al Pacto de Estabilidad y Crecimiento hasta finales de 2022. Esto permite que los Estados puedan derogar los objetivos fiscales para sostener las medidas de urgencia y las inversiones.
Este cambio de rumbo en materia económica debe tener un lugar preponderante en los dos próximos eventos donde se debatirán los próximos pasos que debe dar la UE: la Conferencia sobre el Futuro de Europa y la Cumbre Social de Oporto. Un nuevo modelo económico más duradero que vaya más allá de los indicadores ligados al PIB, con una aproximación basada en el bienestar, es urgente y así lo hará saber el sindicalismo europeo.